Un niño de 11 años acusó antes de morir a militares indios de prenderle fuego en la ciudad de Hyderabad, en el sur de la India, informó hoy una fuente policial.
Sheikh Mustafauddin fue encontrado ayer en el área de Mehdipatnam en estado crítico con quemaduras en el 80 % del cuerpo y falleció esta mañana en el Hospital Apollo, dijo un portavoz de la Policía de la zona donde ocurrió el suceso.
El niño, estudiante de una escuela coránica, declaró poco antes de morir ante un magistrado, que se trasladó al centro médico, que varios soldados le rociaron con queroseno y le prendieron fuego.
El menor vivía junto con sus padres en el interior de un cuartel militar, en el que residen 200 familias civiles.
El Ejército ha rechazado la acusación.
"De acuerdo con nuestra investigación esta acusación es absolutamente falsa y ningún personal militar está implicado en este incidente. El Ejército condena este acto", reza un comunicado de las autoridades militares.
La Policía ha creado un equipo de investigación para resolver el caso y ha tomado medidas de seguridad alrededor del área militar para prevenir actos violentos contra los soldados ante la tensión que ha despertado el asesinato del menor.
