La respuesta del Gobierno de Enrique Peña Nieto al tema migratorio en Estados Unidos ha sido de desinterés y silencio. Así lo denuncian sindicatos y organizaciones de defensa de los derechos de indocumentados en California, donde el Presidente Peña finalizó ayer una visita oficial de dos días.
"No vemos progreso (por parte del Gobierno mexicano) en influir en la política estadounidense.
"Y, en lugar de ser más agresivo para que el presidente Barack Obama regularice el estatus de la comunidad indocumentada, se ha ido alejando y no está participando", dijo Pablo Alvarado, director ejecutivo de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON, por sus siglas en inglés).
El representante de la plataforma sindical, con sede en Los Ángeles y compuesta por 36 organizaciones en todo el país, sostiene también que México hace caso omiso a las deportaciones desde el país vecino.
"México permite que le deporten a sus niños sin decir mucho (...) Tampoco se muestra activo ante las deportaciones y abusos de sus propios connacionales, por el contrario, guarda silencio", aseguró.
Igual de decepcionante ha sido para los líderes migrantes en California el desempeño del Estado mexicano en materia de protección de los migrantes que cruzan el territorio nacional rumbo a Estados Unidos.
Desde octubre, según datos estadounidenses, han sido detenidos tras cruzar de manera ilegal la frontera mexicana más de 57 mil niños y familias centroamericanas.
"La gente que pasa por México tampoco tiene ninguna garantía de que se les van a respetar sus derechos, su vida o su integridad física y emocional.
"No es el pueblo mexicano, sino las redes de seguridad quienes constantemente violan esos derechos, junto a las redes criminales", acusó Alvarado.
La Coalición para los Derechos Humanos de los Migrantes de Los Ángeles (Chirla), hace una evaluación similar de la política de la Administración de Peña ante el debate migratorio.
Las declaraciones se dieron no sólo en el marco de la visita de Peña Nieto a California, en el que el mandatario reprobó las medidas contra migrantes en Estados Unidos.
También se dan en un momento en el que se espera que Obama tome acciones ejecutivas, posiblemente en septiembre, para saltarse al Congreso en tema migratorio.
Esto, pues un proyecto de reforma que ya fue aprobado por el Senado está frenado en la Cámara baja desde hace más de un año.