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Adictos a Cupido

Cuando el amor se ha vuelto obsesión, la codependencia puede llevar a un camino sin salida

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Ximena Martínez González

"Tu mi complemento mi media naranja...", fue una famosa frase que se escuchaba fuertemente en la radio en los años 90 y quedó marcada en la mente de muchos jóvenes. Cuando dentro de una relación de pareja es mayor el sufrimiento pero existe algo que no los deja separarse el uno del otro, se está llegando a un estado de codependencia que puede derivar en problemas más graves. La licenciada María Teresa Canalizo de la Peña, psicóloga y psicoterapeuta de familia y pareja, habló sobre este tema y las consecuencias negativas que puede causar en el estado físico, mental y emocional de una persona.

¿Qué es la codependencia?

Existen relaciones en donde puede ser una persona la que se encuentra obsesionada con su pareja; dentro de la codependencia estamos hablando de ambos, hombre y mujer, son completamente dependientes el uno del otro, lo cual hace más difícil que alguno de ellos tome la decisión de una separación. La codependencia se asocia con la palabra "adicción", la cual es cualquier comportamiento que te hace dependiente de algo, una cosa, una sustancia, una persona, un comportamiento, etcétera. "Cuando hablamos de codependencia estamos hablando de una dependencia afectiva hacia otra persona. Es codependiente porque es mutua, en pareja, existe una adicción el uno del otro, percibiéndose literalmente como si no pudieran vivir sin su pareja, aún cuando esa relación está generando un daño ya sea físico, emocional o mental", comenta Canalizo.

¿Cuántas parejas no deciden terminar su relación y retomarla tiempo después? Ya sea a corto o largo plazo, pero al final, vuelven a estar juntos aún conscientes del daño generado y por lo general el problema persiste. "Son conscientes de que no son buenos el uno para el otro pero hay algo en esa relación que los frena, como un imán y regresan, minando su autoestima", comenta la psicóloga. El género llega a ser indistinto, es decir, se da tanto en hombres como en mujeres, ya que como se mencionó anteriormente es una situación de pareja. Gracias a que la sociedad ha ido cambiando, también se han modificado los roles de "hombre" y "mujer" donde ya no es sólo él quien trabaja y mantiene la casa, ya ellas también se involucran en estas situaciones, son más independientes y ya no son las sumisas y abnegadas, como se hacía creer años atrás.

Adictos a una relación

La codependencia se asemeja a la adicción de alguna sustancia. Son relaciones con mucha adrenalina, se involucran pleitos, conflictos, en ocasiones violencia o es una pareja donde frecuentemente se humillan, ya sea el uno al otro o donde sólo una reciba las agresiones. Existen etapas de abandono y reencuentro que generan una emoción que hace más fuerte el vínculo. Igual que en las adicciones, existe una fase de mayor tolerancia, es decir, cada vez se requieren dosis más fuertes y dentro de una pareja codependiente dichas situaciones de agresión se comienzan a ver como algo normal, pues la tolerancia a los actos ha incrementado. "Existe la filosofía de 'ni modo, así me toco vivir', donde se piensa que es normal", comenta Canalizo.

Asimismo, existe un periodo de abstinencia, en donde si la persona se aleja o la relación termina, aumenta el estado de ansiedad y se pueden generar problemas como insomnio y desesperación.

En cualquier pérdida, una persona debe pasar por las fases del duelo (negación, ira, negociación, depresión, aceptación), lo mismo pasa al término de una relación, "se busca el regreso a la relación porque se desea evitar el proceso de duelo, no quieren cargar con el peso emocional de la pérdida, entonces antes de sentir que se ha perdido a la pareja, prefieren regresar aunque el costo emocional sea muy alto, pero prefieren sufrir a tener que lidiar con el proceso del duelo", explica la psicóloga.

Origen de la codependencia

La codependencia en una pareja se puede generar de dos maneras: estando dentro de una misma relación o que la persona tenga antecedentes familiares o en relaciones anteriores. "En las terapias con personas codependientes se ha observado al revisar la historia personal que tal vez vivieron infancias donde existió abandono por parte de los padres, ya sea físico, emocional o de violencia. Situaciones que pudieron quedar marcadas y que de alguna manera se tienden a repetir tras generaciones, como un patrón", explica Canalizo. Si se ha observado que los padres tuvieron una relación similar a la que se está viviendo actualmente, se puede apreciar como algo normal.

Otro factor importante dentro de las relaciones codependientes es la cultura, desde la música, la literatura y la televisión. "Un alto porcentaje de las canciones que se escuchan diariamente en la radio impulsan este tipo de actitudes, frases como 'sin ti, me voy a morir', 'mi vida no es nada sin ti', 'soy un cero a la izquierda si no estás conmigo', inconscientemente hacen pensar a las personas que, si no existe un sufrimiento de por medio, no hay amor", comenta la psicóloga. Es indispensable comprender que la pareja no es el cien por ciento de la vida de nadie, es una parte importante donde se debe encontrar un balance y un equilibrio en todos los aspectos pero nunca perder la esencia propia ni la persona que se era incluso antes de conocer a la pareja.

Interdependencia, no codependencia

El amor saludable si es posible de encontrar, cuando la relación se basa en una interdependencia, no codependencia. La psicóloga explica que la interdependencia se da cuando dos individuos maduros, plenos, completos y cada uno con sus propios proyectos de vida e intereses, se encuentran y deciden unirse con amor y respeto, compartiendo esos proyectos. "La pareja ideal es aquella que se convierte en un motor para impulsar a su compañero/a a ser una mejor persona y lograr sus objetivos, no a ir hacia atrás y la destrucción" dice Canalizo.

Es normal que dentro de la relación existan peleas, pues la pareja se conforma por dos seres humanos diferentes, desde ideologías, prioridades, historia sentimental, infancia, familias con valores y costumbres tradicionales o diferentes. Van a surgir diferencias donde posiblemente no lleguen a un acuerdo, pero ambos las deben respetar mutuamente, "yo sé que tú piensas distinto en tal tema o que tus valores, ideologías, experiencias son distintas a las mías, pero no te estoy forzando a que seas idéntico a mí, sino que te respeto tal cual eres y podemos llegar a un acuerdo de que nunca vamos a estar de acuerdo en ciertos puntos, pero eso no resta que te respete", explica la psicóloga.

Cuando una persona debe empezar cuestionar la estabilidad de su relación es cuando su pareja intenta modificar su esencia, "cuando el otro te dice 'para yo estar contigo, tú tienes que ser de tal manera y tienes que cambiar', entonces empiezas a dejar de lado tu verdadera persona, dejar de lado cosas que a ti te gustaban sólo por complacer a tu pareja", comenta Canalizo. Dentro de una relación es cierto que deben existir sacrificios, pero siempre de una manera equilibrada, no sólo de un miembro de la pareja.

Enamoramiento y amor maduro

La diferencia entre el enamoramiento y el amor maduro puede ser la que determine si la relación en pareja va a funcionar o solamente se aferrarán a las expectativas de lo que la pareja puede llegar a ser. La psicóloga Canalizo de la Peña explica que durante el enamoramiento se idealiza al otro y se ve aquello que se quiere ver, pues no se conoce a la persona del todo. "Vemos lo que queremos y esperamos ver, nos enamoramos y creamos su imagen. Ese sentimiento de mariposas en el estomago es realmente porque te estás creando a la persona, no la estas conociendo realmente", dice Canalizo. Por otro lado, el amor maduro se da cuando logras ver a la pareja en su totalidad, con virtudes, defectos, carencias y fortalezas y con todo ello, le amas tal cual es, "es un amor que ve el total de la persona, no solo los aspectos buenos que están idealizados, sino que es más realista, sabes que no es perfecto, que al igual que tu tiene muchos detalles pero el sentimiento de amor, cuidado y preocupación están ahí y es mutuo", finaliza la psicóloga.

¿Soy codependiente?

La persona codependiente la mayoría de las veces no se da cuenta del tipo de relación en la que se encuentra y hay diversas cuestiones que se deben preguntar y con ello identificar si la relación es dañina. La psicóloga nos comenta que la persona tendría que preguntarse si es feliz en su relación, ya que en ocasiones es tanta la costumbre que ni eso pueden definir. Preguntas como:

¿Soy feliz? ¿Me siento cómodo/a? ¿Puedo ser yo mismo en la relación? ¿Me siento libre? ¿Es respetada mi esencia? ¿Mi pareja trata de cambiarme, controlarme, limitarme? ¿Quiero satisfacer a mi pareja todo el tiempo? ¿Es reciproca mi relación o solo doy yo?

Otro factor para determinar la codependencia es cuando se responsabiliza a la pareja de sus estados de ánimo, cualquiera que sean (tristeza, depresión, felicidad, éxito, etcétera). "Si tu pareja es responsable de ti, tus sentimientos, emociones, pensamientos y actitudes, ya hay una codependencia. O si para pensar, sentir y tener cierta actitud depende del comportamiento de la pareja, ya es codependencia. Cada quien debe ser responsable de sí mismo", dice la psicóloga.

Una vez definido el problema se recomienda acudir a ayuda profesional, se puede optar por terapia de pareja o individual. La psicóloga comenta que la decisión depende de la situación de la pareja, ya que hay quienes deciden luchar juntos para conservar el vínculo y, por otro lado, quienes no quieren ir juntos. "En estos casos lo mejor es identificarlo a tiempo, mientras más pronto mejor, ya que luego se puede complicar la situación si hay niños de por medio; si se puede manejar, pero sería más complicado", comenta Canalizo.

De no identificar la codependencia a tiempo, se pueden derivar otro tipo de problemas tanto de manera individual como de pareja, tales como: otras adicciones (drogas, alcohol), infidelidad, problemas emocionales, trastornos de depresión o ansiedad, entre otros. Casos como la infidelidad son muy comunes en las relaciones codependientes, ya que, explica Canalizo, quien está siendo infiel sabe que su pareja no le satisface en todo aquello que necesita y recurre a otras personas, sin embargo, no abandona su relación formal debido a diferentes factores, como pueden ser la culpa o la incapacidad para tomar decisiones; las razones reales dependen de cada caso en específico, pero siempre existe algo que hace que esa persona regrese con su pareja y se sigan haciendo daño.

Una persona codependiente es probable que repita la situación en sus relaciones futuras si no se ha tomado consciencia y trabajado en ello. Es importante que uno como persona analice bien las relaciones previas y, de encontrar patrones negativos, buscar ayuda profesional para lograr romper con esa repetición y poder encontrar la plenitud en una relación de pareja.

¿Media naranja o naranja completa?

Aunque esta frase sea utilizada en múltiples ocasiones, desde canciones, novelas, literatura, poesía, etcétera, la realidad es que ninguna persona es una "media naranja", es decir, una mitad. La psicóloga María Teresa Canalizo de la Peña nos explica la relación de pareja con un ejemplo derivado de esta famosa frase: "Eso del 50 y 50 y de la media naranja no es cierto, somos un 100%, se podría decir que somos naranjas completas, no mitades que vamos a unirnos a alguien para formar una. No. Yo soy una naranja completa y mi pareja es otra naranja completa que juntos podemos apoyarnos y ayudarnos a mejorar como personas, pero nunca dejamos de ser 100% seres humanos individuales.”

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