Sin acuerdos. El presidente de la Coalición Nacional de Oposición Siria, Ahmad Jarba, tras el cierre de una ronda de negociaciones.
El gobierno de Siria y la oposición concluyeron sin acuerdos concretos la ronda de negociaciones Ginebra 2, tras afianzar sus discrepancias, mientras el enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahimi, reconoció pequeños avances.
El ministro de Exteriores de Siria, Walid Muallem, manifestó en rueda de prensa estar decepcionado porque el proceso no arrojó "resultados tangibles", y denostó a la oposición calificándola de "inmadura". Maullem mostró su desacuerdo por la influencia de Estados Unidos y sus continuas intervenciones en el proceso de negociaciones, así como su autorización para enviar armas a la oposición "moderada".
En Siria "no hay oposición moderada", son grupos terroristas como el frente Al Nusra vinculado a Al Qaeda, "son ellos los que destruyen y matan a civiles", acusó.
La delegación de Damasco expresó sus reservas para regresar a la segunda ronda de Ginebra 2, que está programada para el 10 de febrero.
"Representamos las preocupaciones y los intereses del pueblo. Si (el pueblo sirio) lo demanda, entonces regresaremos (a la mesa de negociación)", dijo Muallem, quien consultará con el presidente sirio Bashar al-Assad sobre su regreso a Ginebra.
A pesar de que ambas partes están de acuerdo en que el marco de referencia de las discusiones sea el Comunicado de Ginebra 1, discrepan sobre el primer punto a tratar del documento.
El portavoz de la oposición siria, Louay Safi, dijo a la prensa en Ginebra que el régimen de al-Assad no tiene ninguna intención de poner un alto al baño de sangre en su país. Consideró por ello que el primer punto que se debe discutir en la agenda es la creación de un órgano para establecer un gobierno de transición.