Aeropuerto revive polémica

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó ayer el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México con un monto de 120 mil millones de pesos, mientras que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra en San Salvador Atenco reactivó su resistencia para impedir que la terminal aérea se construya en el suelo de la región nororiente del Estado de México.

En la residencia de Los Pinos, el primer mandatario informó que la terminal estará ubicada a 10 kilómetros del actual aeropuerto, la opción más céntrica y accesible desde la Ciudad de México y la zona conurbada del Estado de México.

La primera etapa contempla tres pistas de uso simultáneo, para transportar a más de 50 millones de personas. En su segunda fase, contará con un total de seis pistas, para atender a 120 millones de pasajeros anuales, con la idea de convertirlo en el principal nodo de América Latina.

Al anunciar el proyecto ganador del nuevo aeropuerto, Peña Nieto asentó que será un proyecto transexenal y que su desarrollo se realizará "con total respeto a las comunidades y vecinos de la región donde se asentará".

El presidente dijo que traerá grandes beneficios no sólo para los habitantes del Valle de México sino para todos los mexicanos.

Destacó que el nuevo aeropuerto se construirá dentro de 4,430 hectáreas de propiedad del gobierno federal y que el financiamiento, si bien contará con recursos fiscales, en su gran mayoría será autofinanciable a partir de los ingresos que genere el actual aeropuerto y el nuevo.

Dijo que este proyecto generará más de 160 mil empleos directos o indirectos favoreciendo a los habitantes de la región y la contratación de pequeñas y medianas empresas.

Los ganadores del proyecto son el prestigiado arquitecto británico Norman Foster y el arquitecto mexicano Fernando Romero, yerno del magnate de las telecomunicaciones, Carlos Slim.

Por su parte, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra tomaron ayer simbólicamente maquinaria que, según ellos, se encuentra dentro del núcleo ejidal de Atenco para reiniciar su movimiento de resistencia en contra de la construcción de la nueva terminal aérea.

Ignacio del Valle Medina, dirigente del Frente, indicó que su resistencia no es para conseguir que se incremente el precio de la tierra, sino para preservar las costumbres y tradiciones y las parcelas que heredaron de sus ancestros. "Es la lucha por la vida", dijo.