El futbolista Paolo Guerrero fue víctima del futbol peruano. (EFE)
Una turba de hinchas agredió al delantero peruano Paolo Guerrero, después de invadir el centro de entrenamiento del Corinthians, en protesta por sus problemas recientes en la cancha, informó ayer el presidente del club brasileño.
Mario Gobbi dijo que la protesta degeneró en violencia y que los hinchas sujetaron por el cuello al delantero. Gobbi añadió que otros empleados del club fueron agredidos durante la trifulca del sábado, después de que un centenar de hinchas irrumpió en el centro de entrenamiento, con la exigencia de hablar a jugadores y entrenadores.
Ninguno de los agredidos sufrió lesiones graves.
El centro de entrenamiento en Sao Paulo será utilizado por la selección nacional de Irán durante el Mundial que comienza en junio. El estadio de Corinthians, Itaquerao, será la sede del cotejo inaugural del certamen, entre Brasil y Croacia, el 12 de ese mes.
Gobbi confirmó el domingo a Radio Jovem Pan que Guerrero fue agredido.
"Trataron de estrangular al jugador que anotó el gol más importante en la historia del club. No merecemos esto", señaló.
Guerrero anotó el tanto del triunfo sobre Chelsea en la final del Mundial de Clubes de 2012.
Mediante un comunicado en su sitio Web, Corinthians repudió el "acto de vandalismo" ocurrido en el centro de entrenamiento, y añadió que trató de posponer el partido dominical ante Ponte Preta en el campeonato paulista, para "preservar y proteger la integridad de todos".
Agregó que los futbolistas no querían participar, pero el cotejo se realizaría para cumplir "varios compromisos" con los titulares de los derechos de TV y la federación local de fútbol.
"Pese a la amenaza y a la falta de condiciones idóneas, Corinthians juega por respeto al club y a sus seguidores", señaló el comunicado.
Corinthians cayó 2-1 ante Ponte Preta, con lo que aumentó a tres partidos su racha sin ganar. La derrota agravará seguramente las críticas por parte de los hinchas. "No puedo negar que nuestra preparación para este partido no fue la ideal", dijo el entrenador de Corinthians Mano Menezes. "Pero no podemos usar eso como un pretexto".
