Prevén crisis de alimentos. Un grupo de niños comparte arroz que comen con las manos. (EFE)
La principal experta de la ONU en derecho a la alimentación, Hilal Elver, aseguró ayer que Liberia, Sierra Leona y Guinea, los países que padecen la epidemia del ébola, están "al borde de una grave crisis alimentaria".
En esos países hay más de un millón de personas que necesitan ayuda en víveres para paliar la falta de aprovisionamiento de productos básicos, señaló en Ginebra la relatora especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación.
La agricultura es la principal actividad económica en África occidental, donde dos tercios de la población dependen de ella.
En ese contexto, "el cierre de fronteras y pasos marítimos, la reducción del comercio intrarregional, el declive de las inversiones extranjeras y la disminución del poder adquisitivo de decenas de miles de hogares ya vulnerables deja a esos países en situación muy precaria", apuntó Elver.
El problema de suministros alimentarios también ha tenido que ver con la cuarentena impuestas por los gobiernos de los tres países en distintas áreas afectadas por la epidemia.
Esa medida ha dejado a comunidades enteras aisladas e incapacitadas para aprovisionarse de alimentos esenciales.
Además, muchas tierras han quedado abandonadas debido a que los agricultores han huido por miedo, lo que a su vez ha reducido la producción agrícola y ha provocado que los precios de los alimentos se disparen.
El Programa Mundial de Alimentos, la mayor agencia humanitaria de la ONU, anunció ayer que Alemania se ha convertido en su primer donante para el objetivo concreto de alimentar a las comunidades afectadas por el ébola.
El organismo precisó que ha recibido más de 30 millones de dólares del Gobierno alemán para financiar la creciente necesidad de alimentos en las áreas donde circula el virus y donde ya ha conseguido suministrar comida a 1.3 millones de personas.
Después de Alemania, el Banco Mundial (BM) es el segundo donante para cuestiones alimentarias en relación con el ébola, con 22 millones de dólares, seguido de Canadá y Estados Unidos, con 18 y 13 millones, respectivamente.
HUELGA DE HAMBRE
Líderes políticos y defensores de los derechos humanos se declararon ayer en huelga de hambre en Guinea Conakry para protestar contra la presencia del Ejército en la localidad de Womey, afectada por el ébola.
La convocatoria fue anunciada en las inmediaciones de la sede de la Asamblea Nacional en la capital del país, Conakry, y está liderada por el opositor Bloque Liberal (BL), según informa el portal de noticias guineano "Guineetime".
El presidente del BL, Faya Millimouno, explicó que esta iniciativa busca llamar la atención sobre lo que ocurre en Womey, en el sureste del país, donde la presencia de los militares supone, a su juicio, una amenaza para la población.
Según "Guineetime", 6,000 habitantes de la localidad se han refugiado en la selva por temor a abusos por parte de los militares, que fueron desplegados por el Gobierno tras el linchamiento de ocho miembros de una misión informativa sobre el ébola.
Estados Unidos ya es libre de ébola
El médico Craig Spencer, el primer y único paciente que hasta el momento ha sido diagnosticado con el virus del Ébola en Nueva York, fue dado de alta ayer del hospital Bellevue, donde permaneció 19 días en tratamiento. Spencer, quien contrajo el virus durante su participación como médico voluntario en Guinea, país afectado por el ébola, fue recibido tras salir del hospital por una comitiva de reporteros, personal médico y funcionarios, que lo calificaron de héroe. "El doctor Spencer está libre de ébola y la ciudad de Nueva York está libre de ébola", aseguró el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa ofrecida afuera de las instalaciones del hospital Bellevue. Tras abrazar a Spencer, a quien en repetidas ocasiones llamó "héroe" por su valor al trasladarse para ayudar en África, De Blasio reconoció también a los doctores de Bellevue, así como a Médicos sin Fronteras, que es el organismo que recluta voluntarios para combatir el ébola en África. "Se siente abrazar a un héroe", dijo De Blasio, acompañado de su esposa, Chirlane McCray, y del personal médico de Bellevue.
Spencer reconoció los correctos protocolos implementados por Nueva York a fin de prevenir los contagios de ébola, y llamó a la opinión pública a respetar su privacidad.