El exsantista, Ósmar Mares, festejando el pase de las Águilas a la gran final. (JAM MEDIA)
A los de Coapa les bastó el empate en el partido de vuelta ante Rayados para acceder a la última ronda de la Liguilla MX.
Los de casa llegaban con una poderosa ventaja de tres goles a favor, por lo que Monterrey debía meter al menos cuatro goles para soñar con el pase en una hazaña que se antojaba más que imposible.
Las pocas probabilidades de remontar de los regiomontanos se fueron diluyendo a medida que pasaban los segundos en el Azteca, pues unos ordenados azulcremas cerraron los espacios necesarios para que Suazo y compañía no penetraran la zaga.
Pese al beneficio del marcador global y de su posición en la tabla, los hombres de Mohamed no se echaron para atrás y por el contrario, buscaron constantemente el arco de Jonathan Orozco con resultados negativos.
A los pocos minutos de concluir el partido fue entonces que “El Turco” marcó una línea de cinco en defensa, sacando del campo a Oribe Peralta, Luis Ángel Mendoza y a Osvaldo Martínez a la espera de un contragolpe con Michael Orozco en punta.
Los minutos se escurrieron y el árbitro sonó su ocarina para señalar un 0-0, suficiente para que las Águilas del América accedieran a la deseada final del futbol mexicano.
En lo que será una final inédita, América y Tigres se enfrentarán la próxima semana a la espera de que se definan los horarios los duelos de ida y vuelta, este último se jugará en el Coloso de Santa Úrsula.