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Asociación de médicos veterinarios especialistas en bovinos

Arturo sánchez-mejorada porras

¿Culpamos a las vacunas?

En el primer trimestre del año, estamos en los últimos meses de la temporada de frío y de vacunaciones masivas, posteriormente inicia el estrés calórico, donde empezamos a vacunar por etapas, reforzamos las vacunaciones previas y donde inicia nuestra preocupación por mantener la fertilidad y evitar los abortos. Valdría la pena preguntarnos en algunos casos por qué, a pesar de tener un programa de vacunación no tenemos los resultados esperados.

Entre otras cosas hay que recordar que la vacunación nunca logra una protección absoluta y es difícil que se pueda conferir el mismo grado de protección a todos los animales. De hecho en la pruebas de potencia la Norma Oficial Mexicana (NOM) como el Código Federal de Regulaciones (CFR) del Departamento de Agricultura de los EUA (USDA) exigen en pruebas de potencia un mínimo del 80% de protección de los animales vacunados y más del 80% de mortalidad en los animales no vacunados expuestos a una cepa de desafío.

Estadísticamente en una población normal la respuesta inmunológica al ser graficada en la población vacunada sigue una curva de campana clásica de Gauss, en la que la mayoría de los animales desarrollan una respuesta media, una pequeña parte responde de manera excelente, pero una pequeña parte desarrolla una respuesta pobre o nula.

Actualmente la regulación de la Sagarpa de productos biológicos para uso en animales exige el cumplimiento de una normatividad específica y muy estricta, tanto en productos nacionales como de importación, es difícil pensar en un producto que esté en el mercado que no sea de calidad, cada cual con su perfil, especificaciones y diferenciación. Bajo esa premisa y dentro del Plan de Salud del Hato son de suma importancia los criterios de prevención de enfermedades presentes en la zona mediante la inmunización del ganado sano susceptible, y hay algunos factores a considerar para el éxito o el fracaso de un programa de inmunización.

Situaciones de estrés, como frío o cambios bruscos de temperatura con variaciones de más de 4 grados en una hora, como en esta época, mala alimentación, calor excesivo, el estrés calórico típico del verano en la Comarca Lagunera, hacinamiento, grandes poblaciones en un solo establo o en un solo corral y fatiga. Persistencia de inmunidad materna al vacunar animales muy jóvenes al inicio, en los primeros tres meses de la etapa de crianza y la vacunación de animales que están incubando la enfermedad. Hay que recordar que las vacunas tienen efecto en animales sanos, incluso en vacunaciones sobre brote, el animal que está incubando enferma. El uso de vacunas manejadas deficientemente, como la aplicación de la dosis incorrecta y/o vía de aplicación recomendada, la adecuada reconstitución de las vacunas con diluyente y su agitación antes de su uso. El adecuado manejo y mantenimiento de la cadena fría en el almacenamiento, transporte y aplicación, es uno de los factores de mayor riesgo y de los errores más comunes en la vacunación.. Edad recomendada y período del ciclo de producción. Finalmente, hay que tener en cuenta la idiosincrasia de cada animal. Algunos animales, debido a factores hereditarios, genéticos o intrínsecos propios, pueden responder de una manera inferior que el resto y no quedar correctamente inmunizados.

Se sabe que las enfermedades infecciosas se hacen presentes como consecuencia de condiciones y actividades que favorecen su diseminación, por ejemplo: Inmunosupresores como el estrés calórico, manejo, la presencia de micotoxinas en las aperturas o colas de los silos o algunas enfermedades como la Diarrea Viral Bovina e IBR son típicos en la Comarca Lagunera.

Cuando en un establo existen varios factores detonantes de enfermedades infecciosas, la vacunación se vuelve una herramienta que ofrece pocas probabilidades de éxito. En ocasiones es mejor invertir en corregir esos factores detonantes, que destinar recursos a la adquisición y aplicación de vacunas, cuya utilidad será, a todas luces, limitada. Se cuenta con muchos ejemplos que demuestran que al eliminar factores detonantes se logra reducir la frecuencia con la que se presentan algunas enfermedades infecciosas, tal es el caso de la mastitis que se controla con un adecuado manejo sanitario de la ordeña y el gabarro, el cual disminuye su presencia al mantener limpios y secos los corrales y con la colocación de sistemas de pediluvio o la Brucelosis con pasteurizadores de calostro y de leche de descarte que eventualmente es destinada a la crianza.

Los antecedentes zoosanitarios permiten valorar la necesidad de incluir o no una determinada vacuna en el calendario, además de la Brucella, obligatoria como vacuna de campaña. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el hecho de que se considere ausente a una determinada enfermedad, o de baja prevalencia, esto no garantiza que la misma no esté presente. Puede haber errores en el diagnóstico o que simplemente no se diagnostique rutinariamente. Un buen ejemplo es el Antrax que es endémica, letal y de aparición ocasional, pero con un riesgo elevado. Es útil conocer el comportamiento productivo y eficiencia reproductiva lo cual es de uso diario, gracias a los programas de cómputo actualmente utilizados en los establos e identificar la periodicidad con la que ocurrieron brotes, conocer si su presencia puede asociarse a factores como edad del animal, etapa de producción, sexo, época del año, temperatura ambiente, cambios en el manejo del hato, introducción de animales de otro establo e incluso procedentes de otras regiones.

Cuando se toma la decisión de introducir ganado en un establo y se tiene conocimiento de que en el lugar de origen es frecuente la presencia de alguna enfermedad infecciosa determinada, entonces será recomendable la inclusión de vacunas o tratamientos específicos para prevenir esa enfermedad. Recordemos el caso de la introducción de la anaplasmosis bovina adquirida de animales comprados en Jalisco, la evidencia de Leptospira en animales de importación de Nueva Zelanda y Australia o las vaquillas de importación de diversos orígenes, incluyendo los Estados Unidos, que dan reacciones positivas a Brucella después del parto.

Para mayor información consulte al Médico Veterinario Especialista Certificado y aprobado en campañas.

arturosanchezmejorada@msn.com

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