Con el crecimiento de las zonas urbanas, el ser humano le ha ido quitando espacio a los animales salvajes por eso muchos de ellos cada vez se acercan y bajan a las colonias o comunidades, señaló Nora Loera de la Paz, delegada de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Con la captura el pasado viernes de un ejemplar macho de puma americano (pauma concolor) que deambulaba por la zona urbana del municipio de Santiago Papasquiaro, siguen creciendo el número de animales salvajes que entran en zonas urbanas.
Este año el primer caso se dio en el municipio de Peñón Blanco en el mes de enero, cuando un puma ingresó a la zona urbana de la cabecera municipal, por lo que los habitantes pidieron apoyo a las autoridades.
El puma ingresó a un domicilio y ahí le dieron muerte los policías municipales.
Posteriormente, el 22 de abril de este año, en el poblado Felipe Carrillo Puerto, un oso negro ingresó a la comunidad, aunque en ese caso el animal fue capturado vivo y entregado a la Profepa, quien lo liberó el 4 de mayo en la zona de la Michilía, pero desde entonces está siendo monitoreado.
Nuevamente el 22 de julio un zorrillo ingresó a una casa en el poblado Santiago del municipio de Cuencamé, lamentablemente el animal se asustó tanto que se refugió en un rincón de la casa y sólo lograron sacarlo de ahí muerto a pedradas.
En esta ocasión, el pasado viernes 22 de agosto en una acción coordinada con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), autoridades estatales y municipales de protección civil de Santiago Papasquiaro, así como personal del zoológico del municipio de Durango y personal de la Profepa, lograron agarrar un puma americano que tiene una edad aproximada de seis años, el cual deambulaba por las calles de la colonia Villas del Mirador.