Ana Isabel Zarzar Mijares y Bertha Valencia de Martínez apoyan siempre a sus hijos aventureros, aún con la preocupación que a veces tienen.
En diciembre de 2013, los laguneros Héctor Gerardo Luján Zarzar y Ángel Martínez Valencia, junto con Juan Luis Sube Ramírez, de Guadalajara, emprendieron una aventura muy peculiar: viajar a Brasil, al Mundial de Futbol, para promover el uso de la bicicleta como transporte sustentable.
Sus mamás, Ana Isabel Zarzar Mijares y Bertha Valencia de Martínez, compartieron que sus hijos se conocieron por azares del destino en Nueva Zelanda: Héctor llegó a este país de "mochilazo" y Ángel gracias a un intercambio escolar. Los dos trabajaron ocho meses, aproximadamente, en una asociación que se dedica a brindar ayuda a menores.
"Conocieron muchos lugares e hicieron muchos amigos. Han realizado muchas actividades, como escalar el Popo, el Pico de Orizaba, se hallaron muy bien juntos", dijo Bertha Valencia.
Por su parte, Ana Isabel Zarzar comentó que entre sus hijos siguió la amistad y se veían, cuando tenían oportunidad, en México. Fue hace cuatro años, que Héctor le expresó su deseo de hacer un viaje en bici por convicción, además de promover el uso de la bicicleta. El Mundial de Brasil, podría decirse, fue sólo un pretexto.
"Se fueron a la buena de Dios, por el gusto por la naturaleza y por convivir con la gente, han recibido mucho apoyo de sus amigos y familiares", mencionó Ana Isabel, quien recuerda que fue el 12 de octubre del año pasado que su hijo le informó sobre la aventura que emprendería junto a sus amigos.
Las mamás confesaron que para ellas ha sido muy difícil, aunque han apoyado a sus hijos en todo momento. Casi a diario reciben un mensaje de texto y esperan que lleguen a su destino a mediados de junio.
EMOCIÓN A FLOR DE PIEL
Bertha recuerda con exactitud el momento en que su hijo le informó sobre el viaje que realizaría con Héctor y Juan Luis: "Sentí que se me venía el mundo encima, que me cayó un balde de agua helada, no lo puedo explicar, me traté de tranquilizar porque ya estaba decidido y sólo me quedaba apoyarlo".
Confiesa que su esposo le ayudó a "ubicarse", ya que Ángel siempre ha sido un joven aplicado, responsable y ordenado con su dinero, por lo que no podían decirle que no, aunque sólo le dijo que tenía que ser muy cuidadoso para evitar algún riesgo y que pensara en ellos, en sus papás.
"Piensa en nuestra angustia, claro que estamos orgullosos de ti, es un reto que no cualquiera lo hace, pero sinceramente, estoy muy preocupada".
Ana Isabel comenta que para ella fue muy difícil, le lloró a su hijo y le pidió que no lo hiciera: "De todo lo que ha hecho esto ha sido lo más extremo porque es en bici, le pregunté que qué necesidad tenía. Al principio, yo no lo entendía, pero como lo vi tan seguro, como es él, decidí apoyarlo y encomendárselo a Dios cada día y yo sé que Dios nos lo ha protegido".
UN LARGO CAMINO
En el momento de la entrevista, jueves 8 de mayo, Héctor, Ángel y Juan Luis se encontraban en Bolivia. Llevan cerca de 9 mil kilómetros recorridos, faltando 3 mil, aproximadamente, para llegar a su meta: Sao Paulo, Brasil, a donde esperan llegar el 11 de junio, un día antes de la inauguración del Mundial de Futbol.