Se prevé que en Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y el norte de Veracruz se dé la mayor aplicación de la "ocupación temporal" de tierras, sobre todo para la extracción de gas de lutitas ("shale").
En esos cinco estados Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene definidas cinco zonas geológicas precursoras del gas de lutitas: Sabinas-Burro-Picachos (que abarca Coahuila), Burgos Mesozoico, Tampico-Misantla, Veracruz y Chihuahua.
En estas regiones, Pemex ha identificado entre 175 y 200 "oportunidades exploratorias".
Juan Bueno Torio, secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, prevé que la ocupación para la explotación del gas sea de tres a cuatro años.
Para algunos líderes de organizaciones campesinas, esta decisión provocará que los gobernadores de los estados hagan negocio.
Además, organismos ambientalistas como Alianza Mexicana contra el Fracking, han alertado del daño ambiental y sanitario que provocaría la explotación del gas de lutitas, para la cual se contempla el uso del método de fractura hidráulica.
PERO SE PREVÉ 'ATORÓN' POR JUICIOS AGRARIOS
Pero la apropiación de tierras para la extracción de hidrocarburos no será tan fácil. Y es que aunque los tribunales agrarios ya arrastran un rezago en la mitad de los asuntos que atienden, ahora tendrán una nueva carga.
Una vez que entre en vigor la Reforma Energética, tendrán que resolver los juicios que resulten de la apropiación de tierras para explotar hidrocarburos.
Los litigios que puedan darse entre el sector privado y los poseedores de tierras en el contexto de la extracción de gas y petróleo deberán resolverse conforme a la nueva Ley Energética por el Tribunal Agrario.
Ello agravará aún más la ya de por sí complicada situación de sus 55 sedes, actualmente desbordadas por ineficiencia y burocracia, de acuerdo con expertos.
En promedio, cada uno de los tribunales que existen en el país tiene que atender mil 668 juicios al año y resuelve apenas la mitad.