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Apuntes Mundialistas

MÉXICO, EL GRAN FAVORITO

Eduardo Sepúlveda

Veo con asombro la enorme confianza que tienen muchos aficionados en que México le gane a Holanda mañana en los octavos de final. ¿De dónde sacan eso? ¿Saben siquiera de lo que están hablando?

Como aficionado, lo más fácil es decir siempre que va a ganar el equipo que queremos que gane, porque no habla la razón, sino el deseo; no se trata de un pronóstico.

Sólo en caso de que un aficionado en verdad haga un examen a conciencia y analice a cada oponente es posible que se decante por el rival a la hora de hacer una predicción.

En este caso, la inercia positiva y optimista que transmite el Tricolor ha rebasado las barreras de lo imaginable hace apenas unas semanas atrás. Antes de que iniciara el Mundial, pocos pensábamos en México como un aspirante serio a levantar la Copa del Mundo (y teníamos argumentos de sobra para escupir pesimismo).

Hoy, tres partidos después, muchos hablan de llegar al famoso "quinto" partido y de ahí el pase sería casi por automático hasta la semifinal. Incluso, quizá contagiados por el fervor y la intensidad con las que el "Piojo" vive los encuentros, muchos ya se vieron celebrando el título.

Eso está chido; soñar no cuesta y los sueños a veces se hacen realidad.

Pero me pregunto, ¿cuántos de los optimistas han volteado a ver al rival? Holanda no es un flan.

Van Persie es una máquina y Robben parece haber vencido sus miedos y traumas; ya no se esconde en partidos importantes, por el contrario, se vuelve inalcanzable en la cancha.

Obvio, todo puede pasar. Hay infinidad de factores que afectan el transcurso de los sucesos. Tan sólo en los 90 minutos (y más) que dura el partido puede haber lesionados, expulsiones, errores arbitrales, broncas, fueras de lugar, penales y lo que se le ocurra.

Hasta ahora, la Selección Mexicana se ha sobrepuesto a lesiones y malas decisiones arbitrales; incluso al infortunio de toparse al equipo local en la Copa que organiza. Hasta el momento, ha salido bien librado (insisto, mejor de lo que muchos pensábamos antes de que iniciara el torneo).

Pero a partir de ahora, los jugadores mexicanos deberán luchar contra la historia reciente. Si bien, a las personas mayores que un servidor les tocó ver a una Selección que no aspiraba a nada y dio escasas alegrías en Copas del Mundo (lo mejor pasó cuando el Mundial fue en México), a partir de 1994, el Tri se ha convertido en un competidor (al menos de primera ronda); no cualquiera avanza a la segunda fase en 6 mundiales de forma consecutiva, eso tiene mucho mérito.

¿Qué sigue? Es hora de dar el siguiente paso. Miguel Herrera ha puesto el ejemplo, los que han jugado en Europa también y se ve a un equipo, en general, sediento de gloria.

Contra Holanda no será fácil, pero seguramente será el partido de nuestras vidas (para ellos y para los aficionados). Y sí, creo que para que México gane mañana, necesita un poco más que solo futbol.

Sigamos la discusión: @Foko_54

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