A cinco minutos se quedó el Tricolor de superar sus viejos fantasmas y avanzar a los cuartos de final en la Copa del Mundo.
México apabulló a la Naranja Mecánica durante el primer tiempo del partido y los primeros minutos del segundo, pero el gol de Giovani Dos Santos fue lo peor que le pudo pasar al conjunto del "Piojo", tras esa anotación se entregó el balón y la iniciativa a los tulipanes y el resto es historia. Guillermo Ochoa no las puede salvar todas.
La tragedia mexicana me hizo recordar el Mito de la Caverna de Platón, y burdamente comparo a nuestros seleccionados con aquellos hombres de la caverna. Esclavizados a ver el mundo desde las tinieblas, prisioneros de las sombras. Pero cuando uno de ellos intenta liberarlos para mostrarles una nueva realidad, viva y llena de luz serían capaces de matarlo para seguir en su mundo.
Así el Tri, al ver de frente el triunfo como una novel existencia, de triunfo, de regocijo, decidió matar ese sueño traicionando sus principios y cayendo por sexta ocasión consecutiva en lo mismo. Cinco minutos bastaron para acabar con ese sueño.
Claro que hay muchas cosas rescatables de esta Selección que nos puso a soñar a todos, pero también hay que tener presente que al futbol mexicano le falta mucho por mejorar. El "buen mundial" (entrecomillado porque no se llegó más lejos que en ningún otro Mundial y no se le considera fracaso por la forma tan atropellada en que llegó el Tri a Brasil) fue una obra milagrosa de Miguel Herrera y no el producto generado tras cuatro o más años de trabajo. No fueron los frutos de un proyecto gestado en la Femexfut con el objetivo de llegar a ser campeones en Brasil; Herrera le salvó el negocio a los dueños del balón en México, pero eso no exime lo malo que se ha hecho en el balompié azteca.
Miguel Herrera hizo muchas cosas buenas por México, le devolvió la confianza a los seleccionados en el repechaje, retomó el nivel de los "europeos", acabó la polémica con Carlos Vela, al que nadie extrañó en Brasil, le dio una identidad de juego al Tri y en eso viene su primer error, no morirse con la suya, si ya anotaste un gol, busca el otro y el otro como hiciste contra Croacia. Y si no te funciona por lo menos no traicionaste tu estilo. El otro error de Herrera es no reconocer que se equivocó y escudarse en el árbitro. Equivocación o no, si Robben no está en tu área, no te marcan el penal.
