Visita. Putin visita Australia para participar en la cumbre del G20 que abordará el crecimiento económico y el empleo.
Vladimir Putin ha subrayado su presencia en una importante cumbre de líderes mundiales en Australia atracando buques de guerra frente a la costa noreste del país, lo que llevó al primer ministro australiano a acusar airadamente a Rusia de intentar reclamar la "gloria perdida" de la Unión Soviética.
El culebrón diplomático, que se ha estado cocinando a fuego lento desde el derribo de un avión de Malaysia Airlines sobre una zona controlada por separatistas ucranianos respaldados por Rusia el pasado julio, amenazaba con hacer sombra al objetivo del primer ministro australiano, Tony Abbott, de hacer que la cumbre del G-20 de este fin de semana se centre en el crecimiento económico. Pero Abbott, que anteriormente había dicho que enfrentaría físicamente al presidente ruso por el desastre del vuelo 17 en el que murieron 298 personas - entre ellos 38 ciudadanos y residentes australianos -, hizo poco por aliviar las tensiones con sus últimos comentarios sobre la Rusia de Putin.
En los últimos días, cuatro buques de guerra rusos entraron en aguas internacionales en la costa noreste de Australia coincidiendo con la visita de Putin al país para la cumbre que reúne a los líderes de las 20 mayores economías industrializadas y en desarrollo del mundo. El anfitrión, por su parte, envió tres de sus buques para controlarlos.
La embajada rusa dijo ayer viernes que la flota rusa en el Pacífico estaba probando su alcance, y que podría ser utilizada como medida de seguridad para Putin. Abbott no estaba impresionado.
"Rusia está siendo mucho más firme ahora de lo que ha sido en mucho tiempo", dijo David Cameron.