El nuevo estadio tiene también como objetivo favorecer el desarrollo del barrio en el que se construye. (ARCHIVO)
Inspirados por la privilegiada naturaleza que les rodea y las tradiciones locales, las ciudades de Natal, Cuiabá y Manaos han visto cómo estadios con capacidades ligeramente superiores a los 42,000 espectadores emergían en sus centros urbanos.
Recife, una ciudad del nordeste brasileño que se asoma al Atlántico, es la séptima localidad que disfrutará de un nuevo estadio para el Mundial, el Arena Pernambuco.
Con una larga tradición futbolística que ya les llevó a ser sede de un encuentro en el célebre Mundial de 1950 -aquel que Uruguay ganó a los anfitriones en el Maracaná-, el nuevo estadio tiene también como objetivo favorecer el desarrollo del barrio en el que se construye.
Con una capacidad de 42,000 espectadores, este estadio parece que sí tendrá una exposición futbolística tras el Mundial, ya que uno de los equipos locales, el Náutico, llegó a un acuerdo para disputar aquí sus encuentros como local.