El astro brasileño estuvo presente en el juego de Argentina ante Suiza. (EFE)
Cada vez que Pelé aparecía en la pantalla gigante, resonaban los abucheos.
Más de 20 mil hinchas argentinos hicieron que el Fan Fest en Sao Paulo resultara todo menos probrasileño durante el partido de octavos de final que disputó la Albiceleste el martes frente a Suiza.
Algunos usaron máscaras de Lionel Mesi y pelucas blancas y azules. Muchos iban sin camisa y permanecieron así bajo el sol durante horas.
Y cuando aparecía en la pantalla Pelé, que asistió al encuentro en el cercano estadio Itaquerao, los argentinos proclamaban a gritos que Diego Armando Maradona fue mejor.
Y LOS PAULISTAS SE VUELVEN SUIZOS
SAO PAULO — El cántico resuena en el graderío, pero no en alemán, francés ni italiano. "Suica", gritan los hinchas en portugués.
Y es que quienes alientan a la selección helvética no son europeos vestidos de rojo, sino brasileños con la camiseta amarilla de Brasil. Esos hinchas han encontrado una fraternidad repentina con los suizos por un motivo: el odio deportivo hacia Argentina.
"Es algo bueno. Somos un país pequeño y necesitamos todo el apoyo posible", consideró Peter Adolf, de 32 años y originario de Berna. "Pero sabemos que sólo nos apoyan porque odian a Argentina".
MÁS DOLOR PARA PINILLA
Los tatuajes son dolorosos, pero éste debe haberlo sido aún más.
Como una suerte de penitencia, el delantero chileno Mauricio Pinilla se tatuó en la espalda la imagen del disparo que estrelló en el travesaño, a un minuto de que concluyera la prórroga del partido de octavos de final contra Brasil. Junto a la imagen, hay una frase que dice: "a un centímetro de la gloria".
El tatuaje de Pinilla refleja la frustración de numerosos chilenos. Tras el alargue, Brasil se impuso en los penales, y el tiro al horizontal quedó como símbolo de la maldición de Chile, que ha caído en tres mundiales ante la Verdeamarela.
