Terremoto. Buscan extraer a las personas que quedaron atrapadas entre los escombros después del terremoto del domingo. (EFE)
Unos 10,000 soldados utilizaban picos y retroexcavadoras ayer martes para despejar caminos y extraer a residentes de viviendas derrumbadas luego de un terremoto en el sur de China que dejó 410 muertos.
Mientras tanto, voluntarios como el estudiante Jackson Zeng usaban sólo sus manos.
Zeng se unió a un grupo de dos docenas de compañeros de clase que se dirigieron al condado de Ludian, en la provincia de Yunnan, donde el terremoto de 6.1 grados del domingo derribó miles de viviendas en una región empobrecida de terrenos agrícolas en las montañas.
"Crecí en los alrededores y esta es mi gente. No estoy seguro de lo que pueda hacer, pero ayudaré de cualquier forma que esté a mi alcance", dijo Zeng, estudiante de tercer grado en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Kunming.
Su camiseta negra contrastaba con la gran cantidad de tropas de uniforme verde a lo largo del camino principal que conduce a la zona donde azotó el terremoto. Paramilitares con una retroexcavadora y otra maquinaria pesada despejaban tierra desde un tramo de camino afectado por un deslave, mientras que Zeng y otros estudiantes utilizaban sus manos para empujar piedras por un acantilado.
Muchos cientos de voluntarios se han reunido en la ciudad cercana de Zhaotong para dirigirse de allí a las áreas afectadas por el terremoto, un fenómeno típico durante desastres en China.