Un total de 44 personas han sido arrestadas por el asesinato de una pareja cristiana acusada de blasfemia en el este de Pakistán, el cual fue incitado por el mulá de una mezquita local, informó hoy la policía provincial.
Las detenciones fueron dadas a conocer este miércoles, un día después de que una multitud enardecida golpeó a la pareja hasta causarle la muerte y después quemó sus cuerpos, un crimen que el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif describió como “inaceptable”.
“Hemos arrestado a 44 personas”, declaró a la prensa Jawad Qamar, jefe de la policía de la provincia de Punjab, donde está ubicada la localidad donde ocurrieron los hechos, Kot Radha Kishan, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Lahore.
Las víctimas, identificadas como Shahzad y su esposa Shama quienes residían en esa población y trabajaban en una fábrica de ladrillos local, fueron acusados de profanar el Corán, libro sagrado del Islam, presuntamente por quemar un ejemplar y tirarlo a un bote de basura.
Según Qamar se trató de un asunto local, “ningún grupo sectario o religioso en particular estuvo detrás del ataque” contra la pareja, únicamente fue incitado por el mulá de una mezquita local, reportó el periódico paquistaní The Dawn.
El portavoz de la policía provincial, Nabila Ghazanfar, refirió por su parte que el dueño de la fábrica de ladrillos fue arrestado, ya que el pasado lunes dijo que las víctimas habían quemado páginas del Corán.
Tras esa acusación, la mañana del martes una turba azuzada por el dirigente de una mezquita local irrumpió en la casa de Shahzad y Shama, los arrastró hacia afuera, los golpeó y finalmente quemó sus cuerpos en el mismo horno donde trabajaban, relató.
La policía de Kot Radha Kishan informó más tarde que acudió a la escena para tratar de evitar el linchamiento de la pareja pero dijo haber sido superada en número por la turba, aunque la prensa paquistaní denunció su lentitud para proteger a las víctimas.
“La policía no tomó en serio lo que estaba ocurriendo, sólo envió a cinco oficiales al lugar y la pareja fue vapuleada y sus cuerpos quemados ante sus ojos”, describió The Dawn.
El primer ministro Nawaz Sharif calificó el asesinato como un “crimen inaceptable” que “no puede ser tolerado por un Estado responsable”, por lo que pidió a las autoridades competentes “no mostrar misericordia” y aplicar estrictos castigos a los responsables.
Ordenó además que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las minorías y proteger sus derechos, aludiendo a la armonía religiosa como vía para mejorar la sociedad, de acuerdo con reportes del periódico paquistaní The Frontier Post.
El asesinato de los dos cristianos suscitó indignación entre grupos defensores de derechos humanos, pues en Pakistán los actos considerados blasfemos son enjuiciados en tribunales y castigados con la muerte, a pesar de que la ley no define con claridad la blasfemia.
Sin embargo, al ser la blasfemia una ofensa muy seria en el país, cualquier señalamiento -incluso no probado- a menudo provocan el linchamiento de las personas acusadas.
Las autoridades deben llevar ante la justicia a los responsables del asesinato de la pareja cristiana, urgió la organización Amnistía Internacional (AI) al advertir que este linchamiento es sólo un muestra de lo que cualquier personas puede enfrentar en Pakistán.
