Violencia. Una familia huye del lugar donde fueron lanzados los barriles-bomba.
Helicópteros militares sirios arrojaron barriles-bomba sobre áreas bajo control rebelde en la norteña ciudad de Alepo, matando al menos a 23 personas, incluida una familia que quedó atrapada en un auto incendiado, dijeron el sábado activistas.
En el vecino Líbano, un coche-bomba estalló cerca de una estación de gasolina en un pueblo chií, lo que provocó la muerte de tres personas en el más reciente ataque vinculado con la guerra en la vecina Siria.
Imágenes de la estación televisiva al-Manar, asociada con el grupo chií Jezbolá, mostraron enormes llamaradas, mientras siluetas de personas corrían en el pueblo nororiental de Hermel, junto a la frontera con Siria. Se podían escuchar explosiones en el trasfondo.
La Cruz Roja Libanesa indicó que otras 18 personas resultaron heridas. En un principio la organización reportó cuatro muertos, pero más adelante revisó la cifra.
La poderosa explosión ocurrió cerca de una escuela para niños pobres y huérfanos. Ninguno de ellos resultó herido, dijeron funcionarios.
Fue el más reciente de una serie de ataques contra la comunidad chií libanesa, reflejo de cómo la guerra en Siria ha inflamado las tensiones sectarias en Líbano.