CIERRA MISCELÁNEA. Su propietaria Rosa Nidia sostiene que no se puede trabajar en un lugar donde ni remotamente se castiga a los delincuentes.
Más de cuarenta años de esfuerzo diario fueron sepultados por la inseguridad; la falta de garantías y la poca efectividad de las autoridades encargadas de brindar protección y confianza a la gente orilló a Rosa Nidia Arellano a cerrar las puertas de su negocio que por largo tiempo le permitió sacar adelante a su familia.
Ayer, poco después de las nueve de la mañana fue colocada una manta en las afueras de la miscelánea ubicada en calle 27 y avenida Matamoros de Torreón, en la que se informaba: "Gracias, muchas gracias a nuestros clientes y amigos que tan generosamente nos favorecieron con su preferencia y nos brindaron su amistad durante 43 años; en los cuales fue un placer y un honor servirles. Hoy cerramos las puertas de este negocio "El Súper Don Balta". Las razones ustedes las conocen, en esta ciudad donde impera la inseguridad, la injusticia y la impunidad no nos permite seguir trabajando".
Tres asaltos en menos de un mes, en el último de los cuales en que los delincuentes golpearon salvajemente a una señora de más de 77 años de edad, madre de Rosa Nidia, provocaron que se tomara la determinación de suspender el funcionamiento del negocio ante el temor de consecuencias fatales en otro inminente ataque de la delincuencia.
En su declaración a esta casa editora, Rosa Nidia, invadida por la tristeza y la impotencia, narró que el primer asalto se registró el dos de agosto como a las 13:00 horas. Dos sujetos, uno de los cuales se cubría parte del rostro, llegaron al negocio donde en ese momento había más de diez clientes y amenazando con armas de fuego a los presentes, se llevaron el efectivo y huyeron en un Chevy blanco.
El segundo atraco ocurrió cinco días después poco antes de las dos de la tarde. Un individuo bien vestido llegó a la tienda y le pidió a Rosa Nidia unos chicles para inmediatamente después sacar una pistola de entre sus ropas y ordenarle que le diera el dinero de la caja. Salió y huyó con suma facilidad a pesar de que a menos de 50 metros se encontraban dos policías a bordo de su patrulla, indicó.
El 29 de agosto se registró el tercer ataque; dos asaltantes al ver poco dinero en la caja, golpearon salvajemente a Rosa Nidia y a la mamá de ésta, una señora de 77 años a quien amenazaban con dispararle, ante la mirada atónita de unos cuatro clientes que indefensos permanecían también a merced de los asaltantes, quienes decidieron llevarse cajetillas de cigarros y una televisión y huir a bordo del Chevy blanco.
Reconoce Rosa Nidia que en la última ocasión, agentes estatales y municipales llegaron en cuestión de minutos y personal del Ministerio Público levantó la denuncia en el lugar de los hechos; sin embargo, hasta ayer nada se sabía de investigaciones y presuntos responsables.
Rosa Nidia asegura que en el primer ataque, varios testigos proporcionaron a los agentes de seguridad, evidencias y datos claros de los presuntos responsables, incluso la privada y entre qué calles se reúnen, pues vecinos del sector han sido víctimas de estos delincuentes, pero no se ha logrado nada.
"El Super Don Balta", que por 43 años atendió la demanda de madres de familia y demás vecinos, fue secuestrado por la inseguridad, ayer a las cuatro de la tarde cerró sus puertas.