Resurge. La cuna del nuevo Chrysler 200, Sterling Heights Assembly Plant (SHAP) es sin duda, una de las fábricas más avanzadas de la industria automotriz a nivel mundial.
La cuna del nuevo Chrysler 200, Sterling Heights Assembly Plant (SHAP) es sin duda, una de las fábricas más avanzadas de la industria automotriz a nivel mundial, con procesos tecnológicos y estándares de calidad que le permiten mantenerse siempre en niveles de excelencia.
Esta planta, que estuvo a punto de cerrar en 2010, abrió sus puertas para recibirnos y mostrarnos el resultado de los más de mil millones de dólares que le ingresaron ese mismo año, bajo el mando de Sergio Marchionne, para resucitar con la producción del nuevo sedán y con ello salvar la fuente de trabajo de miles de personas, además de continuar su historia que inició en 1953.
La revitalización que le trajo la millonaria inversión se reflejó con la construcción de un taller de carrocería ciento por ciento robótico, uno más de pintura con procesos de alta calidad y un centro de metrología en el cual se miden las piezas y se garantiza el ensamble perfecto de las unidades.
El recorrido
SHAP es una de las plantas de producción automotriz más impresionantes que puedan existir, y entre lo más interesante de sus instalaciones, destaca el taller de carrocerías donde el cuerpo del renovado sedán 200 es armado por un ejército de robots, en distintas estaciones, encargados de adherir las piezas con soldadura que apenas es perceptible a la vista y al tacto.
Durante el recorrido que realizamos a la fábrica, previo a la prueba de manejo del nuevo 200, se nos informó que la línea de producción que se utiliza en estas instalaciones, puede adaptarse sin mayores problemas, para tres diferentes diseños de carrocerías.
El taller de pintura es un impresionante espacio cuidadosamente resguardado para evitar que cualquier tipo de contaminación pudiera afectar la tonalidad del pigmento que se emplea. Aquí se utilizan esmaltes a base de agua que ayudan a minimizar el impacto al medio ambiente y se cuenta también con los sistemas más sofisticados para asegurar que el color y la textura de cada automóvil sean perfectos.
Conocimos el centro de metrología donde se comprueba la calidad de los estampados mediante máquinas de medición de alta precisión y se verifica la exactitud de las carrocerías que enmarca la construcción de los cuerpos.
