Violencia. Sin que las autoridades informen sobre avances, extremistas atacaron ayer el pueblo de secuestradas. (EFE)
Un grupo de extremistas islámicos atacó de nuevo el remoto pueblo nigeriano donde fueron secuestradas casi 300 chicas, informó el ejército ayer miércoles, tras lo cual hubo un enfrentamiento armado que resultó en la muerte de 12 soldados y en que los soldados dispararon contra su propio jefe.
Soldados dijeron que un grupo de efectivos disparó contra el alto oficial que llegó a dar su pésame por los soldados muertos, cuyos cadáveres fueron llevados a un cuartel en Maiduguri, la capital del estado de Borno, en el noreste del país.
Fue otra señal de la desmoralización del ejército a cargo de la búsqueda de las niñas. La incapacidad del gobierno y las fuerzas armadas nigerianas para encontrarlas después del secuestro masivo del 15 de abril a manos de los extremistas de Boko Haram ha escandalizado al país y a la comunidad internacional y llevó al gobierno nigeriano a aceptar ayuda de otras naciones.
El Ministerio de Defensa restó importancia al tiroteo de ayer miércoles, argumentando que los soldados "expresaron su furia por el incidente disparando al aíre. La situación ha sido controlada y hay calma en el cuartel" en Maiduguri, unos 130 kilómetros al norte de Chibok, donde las jóvenes fueron secuestradas.
En cambio los soldados que estaban en el cuartel de Mailamari dijeron que los soldados furiosos dispararon directamente al vehículo en que iba el mayor general Ahmadu Mohammed, jefe de la 7ma División del ejército. El general no resultó lesionado.