Xinjiang. Un fuerte despliegue militar se observó ayer en China tras el ataque que dejó tres personas sin vida.
Una explosión sacudió ayer miércoles una estación de tren en la intranquila región de Xinjiang, en el extremo occidental del país y medios estatales reportaron que murieron tres personas y 79 sufrieron heridas. El ataque ocurrió en momentos que el presidente Xi Jinping concluía una visita de cuatro días a la región.
La televisora estatal CCTV indicó que agresores atacaron a la multitud con cuchillos y detonaron explosivos de manera simultánea en la estación Urumqi Sur. La estación calificó el ataque de un acto terrorista.
No estaba claro si Xi estaba en la región cuando ocurrieron los hechos en la estación, en la capital regional de Urumqi.
El servicio fue suspendido aproximadamente dos horas antes de reabrir bajo vigilancia de la policía armada, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Una mujer que estaba trabajando en un mercado cercano a la estación de trenes dijo que escuchó una explosión fuerte poco después de las 7 p.m.
"Toda el área está ahora acordonada por la policía y la policía militar", señaló la mujer, quien fue entrevistada por teléfono y declinó dar su nombre debido a la delicadeza de la situación.
FALLAS EN LA SEGURIDAD
En los portales de Internet de medios sociales de China circularon brevemente fotografías mostrando equipaje disperso cerca de la salida de la estación y una fuerte presencia de hombres armados. Xinhua dijo que la explosión ocurrió en medio de algunas maletas en el suelo entre la salida de la estación y una parada de autobús.
Las tensiones étnicas han estado hirviendo a fuego lento durante años en Xinjiang, lugar de residencia del grupo musulmán minoritario uigur. En 2009 estallaron una serie de disturbios en Urumqi, dejando cerca de 200 personas muertas, según cifras oficiales. A pesar del establecimiento de medidas de fuerza, la violencia ha continuado en la región y comenzó a extenderse el año pasado a otras partes del país.
