Un atacante suicida estrelló hoy un vehículo lleno de explosivos contra un puesto de control del ejército iraquí y de milicianos chiítas al sur de Bagdad, causando al menos 27 muertos y unos 60 heridos, informaron fuentes militares iraquíes.
El atentado ocurrió en las afueras de la ciudad iraquí de Jurf al-Sakhar, que se encuentra a unos cinco kilómetros al suroeste de Bagdad, donde las fuerzas de seguridad y milicianos chiítas recuperaron el fin de semana la ciudad.
Los soldados iraquíes, apoyados por milicias chiítas, lograron expulsar de la ciudad a los extremistas del EI y algunos de sus miembros huyeron a pueblos cercanos, desde donde continúan atacando con fuego de mortero.
Hasta ahora nadie ha reivindicado el ataque, sin embargo la policía lo atribuye al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que está amenazando con marchar hacia Bagdad, pero antes intenta tomar el control de zonas alrededor de la capital iraquí.
Jurf al-Sakhar, que se encuentra en la ruta hacia la ciudad santa chiíta de Kerbala, también habría sido utilizado por el EI como una ruta de abastecimiento para reclutar combatientes y adquirir armas y municiones.
En el marco de la lucha contra los yihadistas, la aviación iraquí bombardeó este lunes posiciones del EI en las provincias de Al Anbar y Saladino, dejando un saldo de al menos 64 extremistas muertos.
El Ministerio iraquí de Defensa precisó que 24 extremistas sunitas fallecieron durante una operación coordinada de la Fuerza Aérea y la inteligencia del Ejército en la estación de trenes de Baiji, localidad cercana a Tikrit, según la agencia de noticias Aswat al-Iraq.
Aviones iraquíes también bombardearon un almacén de armas y municiones del EI en la ciudad de Faluya, en Al Anbar, causando 21 muertos, mientras otros ataques aéreo en la misma demarcación dejaron otros 19 decesos.
En las últimas semanas, Irak es escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales -apoyadas por la coalición internacional- y los yihadistas que controlan importantes zonas del país.
En junio pasado, los extremistas lanzaron una ofensiva y se hicieron con el control de extensas zonas del norte de Irak, al tiempo que proclamaron un califato en las zonas bajo su control en este país y en la vecina Siria.
