Alan Pulido fue el verdugo del Atlante, al marcar los goles del triunfo de Tigres por 2-0; con esta derrota los Potros prácticamente están descendidos.
Atlante sueña con evitar el descenso. Pero sólo es un sueño. La realidad es que estos Potros galopan al infierno. Tanto así que en su propia casa fueron doblegados 0-2 por los Tigres, otro de los peores equipos de la campaña.
Con este revés, los azulgranas vieron cómo el Puebla se alejó a seis puntos en el porcentaje, cuando sólo quedan nueve unidades por disputarse.
Los goles del triunfo felino fueron obra de Alan Pulido, al minuto 45, y al 91, este último por la vía del penal. Pero más allá del buen momento que atraviesa el joven delantero de Tigres, lo que resaltó en el partido fue la mediocridad atlantista: sus jugadores no sólo andan bajos de rendimiento sino que son indisciplinados.
En tanto, la ansiedad o la indisciplina sumaron más pesares ante Tigres: una tarjeta roja, primero, y un penal infantil más tarde. Un caos. Los atlantistas se ganan el infierno de forma merecida.
En lugar de hacerse "fuerte" en casa, los Potros son pésimos en el Estadio Andrés Quintana Roo: sólo llevan dos triunfos, dos derrotas y tres empates.
Atlas y Puebla habían igualado sin goles, el sábado pasado, así que era la oportunidad ideal para hacerle sombra a estos equipos que también están en la pelea por salvarse. Pero el Atlante salió a la cancha como si nada, sin morirse en la raya.
Por su parte, los Tigres, siempre cautelosos bajo la tutela del "Tuca" Ferreti, al menos tuvieron un par de aproximaciones de peligro: una de ellas fue un tiro de Lucas Lobos, pero el esférico sólo cimbró la base del poste.
Al minuto 45 llegó el castigo para los medrosos azulgranas: Alan Pulido controló la bola afuera del área, se quitó la marca y disparó colocado, fuera del alcance de Yosgart Gutiérrez. El 0-1 hacía justicia al trámite del partido.
Ya en la segunda mitad, Atlante mostró una mejor cara pero careció de variantes a la ofensiva. Los Tigres, en cambio, se replegaron para buscar un contragolpe.
Lo más bravo que hizo el equipo azulgrana fue por parte del Guamerú García, quien se le puso al brinco al Gringo Torres y por poco se arma la gresca. Saldo: tarjeta roja para ambos (al 87').
Ya en el minuto 90 llegó la puntilla: Héctor Morales cargó por la espalda a Alan Pulido en el área y el silbante decretó penal. El mismo Pulido cobró con seguridad para el 0-2 que condenaba al Atlante.
Y los Potros salieron cabizbajos, porque la pena ya pesa más que sus ganas de salvarse. Y sí, ya parecen un equipo de Segunda.
Potros de Hierro sigue en el fondo de la clasificación porcentual por el no descenso, ahora con 0.9898, al quedarse con 98 puntos en 99 partidos disputados. Aunque gane los tres partidos que restan de la fase regular del presente certamen ya no podrá siquiera empatar a Jaguares.
