Desechos. Harán propuesta sobre el método de remediación en el interior del parque.
Los combustóleos que se empleaban en la extinta jabonera La Esperanza, aún permanecen confinados en una fosa y esto ha obstaculizado en parte la construcción del museo interactivo, en el interior del parque que lleva el nombre de la desaparecida fábrica.
El alcalde, José Miguel Campillo y el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado, Adrián Valles, efectuaron un recorrido por las instalaciones del parque y el área donde se pretende construir el museo, en el que aún se encuentran estos desechos.
Desde la pasada administración, el Municipio solicitó la intervención del Gobierno estatal para retirar en forma definitiva los restos de combustóleo, que están considerados como residuos peligrosos.
Además de su retiro, hace falta remediar y sanear el sitio antes de dar paso a la realización de este proyecto.
Según el actual titular del Instituto del Medio Ambiente, Hugo Leonel Salas, una parte de estos desechos fueron retirados desde el año anterior, aunque permanecen residuos que deben retirarse en su totalidad.
En su recorrido, el alcalde y el secretario de Medio Ambiente verificaron el estado de esta fosa, que será sometida a algunos estudios para decidir cuál es el mejor método de remediación y limpieza.
Este proceso podría tardar poco más de 20 días, de acuerdo con el personal experto de la dependencia estatal.
Varias empresas especializadas harán propuestas sobre el método de remediación que se va a emplear para saber cómo se va a solucionar el problema de los confinamientos de combustóleos en La Esperanza.
Según información de la Secretaría de Turismo del Estado, se está a la espera de conocer el presupuesto autorizado por el Gobierno federal para este año.
Dentro de la propuesta de obras, figura la construcción de dicho museo interactivo en el interior del parque La Esperanza, donde también se contempla iniciar la tercera etapa de los trabajos.
Para la designación de un nombre al museo interactivo se tiene contemplado hacer una convocatoria pública a la ciudadanía para que sea ésta la que elija un nombre para el sitio.