El ejército de Ucrania protagonizó fuertes enfrentamientos mientras trataba de tomar el control de la ciudad de Donetsk, bastión de los separatistas. Ante el temor de quedar rodeados, los rebeldes pidieron nuevamente apoyo de tropas rusas.
Los rebeldes prorrusos han estado confiscando vehículos y alimentos de los residentes y negocios de Donetsk para mantener sus operaciones. El centro de la ciudad, un importante polo industrial, estaba casi desierto, poca gente y autos recorren las calles y la mayoría de las tiendas y ciudades están cerradas.
Alexei Dmitrashkovsky, vocero del gobierno ucraniano para la operación militar, dijo que sus soldados combatían ayer domingo para consolidar posiciones que habían tomado en la periferia de Donetsk, pero enfrentaban resistencia.
En la parte de la ciudad más cercana a los enfrentamientos, un proyectil de artillería alcanzó una escuela durante la noche pero no se reportaron heridos. Hacia el oeste se escuchaban sonidos de disparos y explosiones.
Pavel Gubarev, autodenominado gobernador separatista de la región de Donetsk, dijo que los rebeldes ganarían pronto si Rusia enviaba tropas.