Después de semanas de un movimiento lento e irregular, un río de lava negro alquitrán se deslizaba ayer martes a pocos metros de una casa en un vecindario de Big Island, la isla mayor de Hawai.
La lava crujía y emanaba humo a medida que avanzaba hacia la estructura de dos pisos en Pahoa Village, sofocando una zona de vegetación.
Los vecinos de la pequeña población han tenido semanas para prepararse para lo que se ha descrito como un desastre en cámara lenta. La mayoría ya se fueron o están preparados para irse.