Pablo Barrera llegó a un acuerdo con los Rayados de Monterrey. (El Universal)
Aquella llamada telefónica recibida durante una húmeda madrugada marroquí sólo fue la cristalización de un sueño albergado por Pablo Barrera desde hace varios meses, cuando empezó a familiarizarse con la banca cruzazulina. No es que el atacante sintiera que su ciclo en La Máquina había terminado, pero anhelaba más minutos que los otorgados por Luis Fernando Tena.
Lo que explicó su alegría al ser informado que sería nuevo jugador del Monterrey, club en el que -de entrada- se le ha ofrecido la posibilidad de luchar por la titularidad. Eso es suficiente para el mexiquense, quien ya presentó los exámenes médicos correspondientes con los Rayados.
El Cruz Azul siempre será especial para él. Hace dos años y medio lo rescató de la pesadilla que era su aventura por Europa, mas ser suplente nunca le ha agradado.