El punto principal en este dilema es "que tan rentable es la cabra en un hato, por lo cual hay que recabar los datos que nos indiquen la toma de tal o cual decisión.
Normalmente las razones por las cuales se deshecha una cabra son las siguientes: Edad del animal, productividad, salud, estado reproductivo y su historial.
Después de tomar la decisión de eliminar un animal del hato, debemos pensar en cómo sacarle el mejor provecho a esa cabra. Después de todo, la venta de estos animales representa un ingreso para el establo. Este ingreso debe pagar por el costo del reemplazo de esta cabra o cuando menos pagar por la inversión que se ha hecho en ella.
Debemos clasificar a los animales a desechar en dos grupos; en el primero entran los animales con problemas serios de salud, con enfermedades contagiosas, las cuales se sabe no hay posibilidad de recuperación. Están también los animales con enfermedades crónicas que requieren tratamiento médico constante, tales como mastitis crónica. Cabras con problemas físicos serios que requieren atención constante y cuya recuperación es dudosa, en muchas ocasiones requieren tratamientos y cuidados especiales, así como de mano de obra que se pude ser utilizada en otra actividad.
En el segundo grupo entran animales que se van a desechar por edad o baja producción; animales que son difíciles de ordeñar o que presentan problemas de agresividad y dominancia excesiva, golpeando a las demás; cabras con baja fertilidad y animales con baja calidad genética. Como estas cabras no comprometen la salud ni la eficiencia de producción del hato, las podemos mantener en el establo, mientras se mejora su condición para obtener un mejor precio.
Por regla general se prefiere que los animales que van a eliminarse, si son de buena calidad genética, queden preñados para poder aprovechar su lactancia y la cría. Sin embargo, si la cabra tiene más de 150 días en leche, no hay que tratar de preñarlo. Simplemente elimine el animal al final de la lactancia, o cuando la producción de leche no cubra sus gastos de mantenimiento.
El precio de la cabra de desecho tiene mucho que ver con la disponibilidad de otro tipo de ganado de carne en el mercado. Cuando los animales de carne son abundantes, el precio de los animales de desecho son bajos.
En una ocasión se le sugirió a un productor del municipio de Viesca Coahuila que eliminara 240 cabras de las 400 que componían el hato caprino. Una vez realizado tal suceso se observó que se seguía produciendo la misma cantidad de leche y con menos de la mitad del hato original, lo cual nos da una idea del subaprovechamiento y la deficiencia del no llevar registros productivos, que nos indiquen qué cabra se va y cuál se queda.
Esas 180 cabras que se quedaron eran las más eficientes, las que producían más leche, las más jóvenes (primera a tercera lactancia) mejor conformadas, etc.
Por el otro lado, las 240 que se desecharon eran cabras con tetas dobles, enfermas, que tenían más de dos años de no preñarse jorras que habían abortado en más de dos ocasiones, improductivas con menos de 500 ml. de leche por día y/o con lactancias de 3 a 4 meses.
En esta época se requiere ir detectando las probables a desecho y ya no tratar de empadrarlas en el próximo período de empadre y sobre todo en este espacio de escasez de forraje verde en los agostaderos o aéreas de uso común de los ejidos.