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'BIEN CHIVA'

ESTROSIS (GUSANO DEL CUERNO)EN EL GANADO CAPRINO

M.V.Z. FERNANDO CRUZ CASTILLO

Esta enfermedad parasitaria es de las más comunes en el ganado caprino. La estrosis es provocada por la presencia y acción de las larvas de la mosca Oestrus ovis en las vías respiratorias de estos pequeños rumiantes. Tiene una distribución mundial y ocasiona importantes molestias al animal, no existiendo acuerdo sobre su efecto en la producción. La infestación por las larvas de O. ovis se ha reportado en humanos ocasionando la enfermedad en la mucosa conjuntival.

La estrosis también es conocida como miasis (infestación por larvas de mosca) cavitaria, gusano de la nariz, gusano del cuerno, sinusitis parasitaria, gusano de la cabeza, moquera.

En esta temporada, de días más calurosos, es cuando se manifiesta más la mosca adulta. La vida adulta es corta, limitada en ocasiones a pocas horas y rara vez a algunas semanas, esto lo determinan principalmente los factores climatológicos. La mosca sexualmente adulta se aparea y va en busca de hospedador natural susceptible (ovino y caprino).

La mosca fecundada vuela en torno a los pequeños rumiantes y deposita sus larvas uno (L-1) alrededor de las fosas nasales y ocasionalmente en la mucosa conjuntival, cada hembra produce aproximadamente 500 larvas durante su vida.

La L-1 después de ser depositada en las inmediaciones de las fosas nasales se dirige activamente hacia los conductos nasales, posteriormente hacia los huesos etmoidales, donde generalmente sufre la primera muda, convirtiéndose en L-2, ésta prosigue su avance hacia los senos frontales, principalmente y a través del foramen nasofrontal a los senos maxilares. Ya que en estas cavidades la larva sufre su segunda muda, transformándose en L-3 y después de un tiempo, que varía dependiendo de los factores ambientales, la larva ya madura retorna a los conductos nasales para así salir al exterior junto con los exudados y estornudos de los hospedadores.

La L-3, ya en el exterior cae a la tierra o al estiércol donde rápidamente logran introducirse y en un lapso de aproximadamente 24 horas se convierten en pupa, y dependiendo, principalmente de la humedad y la temperatura prevaleciente. Al cabo de tres a nueve semanas emergen las moscas bien formadas y que en un tiempo corto madurarán sexualmente para así ser fecundadas y empiecen nuevamente a depositar larvas viables para repetirse de esta forma un nuevo ciclo de vida.

La presentación de la miasis cavitaria es debida a las variaciones climatológicas durante el año. En algunos lugares se reporta un comportamiento anual, ocurriendo la infestación durante el verano y manteniéndose las larvas en las vías respiratorias altas entre 8 y 10 meses, saliendo las L-3 al finalizar la primavera.

Hay cierto efecto de la edad sobre la posibilidad de adquirir la estrosis, presentándose una menor infestación en animales menores a los seis meses en contraste a los animales de seis a doce meses. En este sentido, observa una mayor susceptibilidad en los animales adultos mayores en un año. Un hecho interesante es el menor tiempo para la maduración de las larvas en los animales jóvenes, debido a la presencia de la hormona del crecimiento en el moco del cual se alimentan.

La enfermedad clínicamente se caracteriza porque afecta a casi todos los animales del rebaño, los que manifiestan estornudos frecuentes, sacudimiento de la cabeza, descarga nasal desde serosa hasta francamente purulenta la cual puede ir acompañada de estrías de sangre. Son muy raros los signos nerviosos (los animales dan vueltas en círculos, se convulsionan, recargan la cabeza en la pared y en ocasiones ceguera), cuando algunas larvas lesionan los huesos que comunican con la cavidad craneal afectando al encéfalo.

Los signos clínicos respiratorios son más evidentes durante las primeras horas de la mañana, tendiéndose a secar las descargas nasales y disminuir la frecuencia de estornudos conforme se incrementa la temperatura ambiental. Cabe mencionar que las manifestaciones clínicas son menos severas en los caprinos y ovinos de pelo que en el ganado lanar; asimismo, entre estos últimos, son más evidentes en las razas con cara negra en comparación con aquellos con cara blanca. No existe una diferencia importante en la susceptibilidad entre las hembras y machos.

Una característica clínica importante, particularmente cuando los animales están pastando, consiste en un agrupamiento de los mismos, agachan la cabeza intentando protegerse del hostigamiento de las moscas. Los animales se frotan la nariz, hay inquietud y, en consecuencia, disminuye el consumo de alimento.

El productor o el M.V.Z. deben sospechar de la estrosis cuando se observan los signos clínicos ya descritos, debiéndose diferenciar de las neumonías bacterianas y la verminosis pulmonar. Para la confirmación de la enfermedad se hace necesaria la observación de larvas, ya sea cuando el animal las arroja al estornudar o cuando se hace un examen posmortem de las cavidades de la cabeza (fosas nasales y senos). Es importante indicar que las L-1 son bastante pequeñas (1 a 2 mm de largo) y fácilmente pueden ser confundidas con esquirlas de hueso o huevos de mosca común.

Para el tratamiento de esta parasitosis se han evaluado un buen número de fármacos que tienen una eficacia:

Closantel 2.5 a 5 mg. por kg., así mismo la ivermectina a dosis de 0.05 a 0.2 mg. por kg, también la moxidectona y la doramectina a dosis de 0.2 mg. por kilogramo.

En otro aspecto, felicitamos al M.V.Z. Samuel Ibargüengoitia Acuña, por el merecido reconocimiento que se le entregó en el pasado ENGALEC, como un distinguido caprinocultor de esta Región, en horabuena Don Samuel.

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