El Botox es comúnmente utilizado como tratamiento estético contras las arrugas en la piel. (ARCHIVO)
Es bien conocido el uso del Botox como tratamiento contra las arrugas en la piel, pero ahora un grupo de científicos ha lanzado una peculiar propuesta: usarlo contra el cáncer.
Ese grupo de científicos publicó sus estudios en la revista Science Translational Medicine, y se basó en una investigación realizada con ratones.
De acuerdo con lo dicho, al inyectar el fármaco antiarrugas en los nervios estomacales de estos animales de laboratorio, se logró ralentizar el crecimiento de tumores.
Lo anterior, se explica, se debe al bloqueo de las señales que estimulan a las células madre cancerosas, según detalla la BBC.
Ante tal resultado, los investigadores se han mostrado optimistas y han expresado su deseo de lanzar un ensayo clínico en humanos, aunque consideran que falta mucho para que este método se convierta en una terapia clínica contra el cáncer.