Los seleccionados de Alemania juegan con algunos niños durante una visita a una escuela primaria en Santo Andre, Brasil, un día antes del arranque del Campeonanto Mundial de Futbol 2014. (EFE)
Luego de dos décadas de ausencia, la Copa Mundial de Futbol, el certamen deportivo internacional más popular, regresa hoy a América en medio de un clima de dudas, tensión e incertidumbre.
Brasil, el país anfitrión, ha tenido que superar numerosos problemas de organización e infraestructura, así como conflictos sociales, entre ellos huelgas y protestas que amenazan con paralizar algunas sedes de la justa deportiva.
Debido a lo anterior, el Mundial de Brasil será el certamen internacional más vigilado de la historia del deporte moderno.
Más de 150.000 efectivos trabajarán para mantener la paz en las doce sedes, tres veces más que en el último campeonato de Sudáfrica.
El objetivo es que ni las protestas sociales ni cualquier otro incidente impida el funcionamiento normal del Mundial.
Si bien los empleados del Metro de Sao Paulo, donde hoy se celebrará el partido inaugural, desistieron de retomar la huelga que la semana pasada puso en jaque a esta ciudad, en otras sedes se han registrado amenazas de paros
En Río de Janeiro los trabajadores aeroportuarios anunciaron una paralización de 24 horas, y en Natal, el sindicato de autobuses decretó un paro indefinido.
La huelga parcial en Río, la cual fue una sorpresa de último momento, afectará todo el día los tres aeropuertos de la ciudad: Tom Jobim (vuelos internacionales), Santos Dumont (domésticos) y Jacarepaguá (privados). Al día operan unos 600 vuelos en las tres terminales aéreas.
Los empleados reclaman mejores condiciones de trabajo y la firma de un convenio colectivo.
Por su parte, en la norteña ciudad de Natal, donde la selección mexicana se enfrentará mañana al equipo de Camerún, el sindicato de conductores de buses anunció un paro a partir de hoy en demanda de un aumento del 16 por ciento en sus salarios.
La medida, que fue inmediatamente contestada por un pedido de la Fiscalía General a la de Justicia, dificultaría el acceso de los numerosos aficionados mexicanos al estadio Arena de las Dunas.
En tanto, en Sao Paulo los líderes sindicales del Metro decidieron anoche en una asamblea no retomar la huelga que mantuvo paralizada a esta metrópolis durante varios días la semana pasada y que generó gran caos en el tránsito.
Ayer, la comunidad virtual Anonymous intervino 39 páginas de internet, entre ellas la del Mundial de Futbol, para sumarse a las protestas por los gastos ocasionados por la organización del campeonato.
A pesar de todo, la presidenta brasileña Dilma Rousseff defendió la realización de la Copa del Mundo, y aseguró que el torneo sólo dura un mes, pero los beneficios de las obras realizadas serán "para toda la vida".