Congreso. Estados Unidos intenta evitar que el gobierno realice un cierre administrativo por falta de presupuesto. (EFE)
El Congreso de Estados Unidos vive una jornada maratoniana con los legisladores de ambos partidos enfrascados en negociaciones para tratar de aprobar el nuevo presupuesto federal antes de la medianoche y evitar otro cierre administrativo como el de 2013.
Los líderes de las dos Cámaras acordaron el martes una ley bipartidista que financia al Gobierno federal hasta octubre de 2015 con 1,01 billones de dólares, pero la medida ha encontrado en los dos últimos días la oposición de los republicanos ultraconservadores y de los demócratas más progresistas.
Para evitar un cierre parcial de la Administración, la Cámara de Representantes debe aprobar el texto hoy y enviarlo inmediatamente al Senado para que lo ratifique antes de la medianoche, cuando expira la financiación actual.
Los líderes de ambos partidos en el Congreso han dejado claro que el objetivo es evitar a toda costa otro impopular cierre del Gobierno como el del año pasado, que tuvo costos políticos para ambas formaciones.
Por eso negocian a contrarreloj para convencer a los sectores de sus partidos que han puesto el grito en el cielo ante las concesiones que tanto republicanos como demócratas hicieron para lograr el acuerdo del martes.
El ala ultraconservadora del Partido Republicano, el Tea Party, planea votar en contra de la ley por considerar que no incluye una respuesta contundente al decreto del presidente Barack Obama por el que regularizará a más de 5 millones de inmigrantes indocumentados. Este grupo de legisladores, que pedía incluso forzar un cierre del Gobierno para mostrar su rechazo a la orden ejecutiva.