Propuesta. Obama exhortó a los legisladores a impulsar el salario mínimo para activar la economía interna.
Con el apoyo de gobernadores con ideas afines, el presidente Barack Obama puso ayer los reflectores sobre una propuesta de aumento al salario mínimo que los demócratas esperan atraiga a votantes que se encuentren en aprietos económicos a las elecciones de mediados de mandato en noviembre.
Desde el centro de un atestado gimnasio de una universidad en Connecticut, Obama dijo que aumentar el salario mínimo a 10.10 dólares la hora sacaría a millones de estadounidenses de la pobreza.
Siendo una de las máximas prioridades de Obama, es más probable que la propuesta funja como un planteamiento común de los demócratas en la elección venidera que como una iniciativa de ley que realmente sea abordada por el Congreso en un futuro inmediato.
En un intento por debilitar la oposición republicana, Obama exhortó a los estadounidenses a exigir que sus legisladores aclaren si apoyan o no un incremento a los salarios estancados, y en caso de que no lo hagan, que expliquen sus motivos.
"Pídanles que reconsideren. Pídanles que se pongan de parte de la mayoría de los estadounidenses", dijo Obama. "En vez de decir no, que digan sí para variar" .
Obama se reunió con cerca de tres mil personas en las instalaciones de la Central Connecticut State University acompañado por cuatro gobernadores del noreste del país -de Connecticut, Massachusetts, Vermont y Rhode Island- que apoyan la propuesta de Obama.