Además. Con técnicas geofísicas, el histordiador busca los restos del papa Alejandro IV.
El historiador español Alberto Pichardo lleva cuatro años buscando el cuerpo del papa Alejandro IV, enterrado en algún lugar en la catedral de Viterbo (centro de Italia) hace más de siete siglos, un misterio que puede estar a punto de resolver.
"Las investigaciones que llevamos haciendo desde hace años, a través de la aplicación de técnicas geofísicas, apuntan a que los restos del pontífice podrían encontrarse en una cripta escondida en el lado izquierdo del ábside de la catedral de Viterbo", explicó ayer Pichardo en una entrevista.
El proyecto comenzó hace seis años cuando este sevillano de nacimiento, pero gaditano de adopción, decidió dejar a su familia y a sus amigos en el Puerto de Santa María (Cádiz, sur de España) y marchar a Viterbo para revelar uno de los secretos mejor guardados de la Iglesia católica.
Licenciado en Historia, disfrutó de una beca Erasmus para cursar la especialidad de Arqueología en esa provincia italiana de la región del Lazio.
Fue durante su estancia cuando descubrió la geofísica, una técnica muy utilizada en Estados Unidos, pero desconocida en Europa, que permite revelar lo que se esconde hasta 30 metros bajo la superficie terrestre, a través de impulsos sísmicos, eléctricos y magnéticos, en palabras del investigador.
Fascinado por esta técnica, que es la misma que se está utilizando para encontrar en Florencia los huesos de Lisa Gherardini, la modelo de Leonardo Da Vinci en "La Gioconda", comenzó a investigar dónde podría ser aplicada en Italia.