Mejora. Es importante que México se enfoque aún más en mejorar las fortalezas tradicionales. (ARCHIVO)
México perdió seis lugares en el Reporte mundial de competitividad que realiza anualmente el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), al pasar de la posición 55 a la 61 de una lista de 144 países evaluados, lo que significó retroceder por segundo año consecutivo.
A pesar de que en 2013 y 2014 se concretaron las reformas estructurales, no se vio la instrumentación de éstas, consideró la institución.
El retroceso se debió a que se deterioró la percepción sobre el funcionamiento de las instituciones, no se observa que la calidad del sistema educativo esté a la altura de las necesidades del país y son bajos los niveles de incorporación de tecnologías de la información, explicó el reporte.
Las mayores debilidades de la economía mexicana se encuentran en las variables de ética y corrupción, violencia, crimen organizado y confiabilidad de los servicios de la policía, entre otros.
Para el Foro, es indispensable que el gobierno mexicano se enfoque aún más en mejorar las fortalezas tradicionales de la economía.
En cuanto a los subíndices, México se ubicó en las siguientes posiciones: ambiente macroeconómico, 53; el gran mercado interno, 10; razonable infraestructura de bienes de transporte, 41, y sofisticación de los negocios, 58. La calificación para los cuatro pilares que se evalúan quedó de la siguiente manera: lugar 69 en requerimientos básicos; infraestructura, 65; ambiente macroeconómico, 53, y salud y educación primaria, 71.
Si bien se espera que las reformas aumenten la competencia y la eficiencia de los mercados en México, éstas no se han materializado, así que se necesita evitar retrasos para su implementación, destacó.
CAEN OTROS EMERGENTES
La caída en el ranking fue una constante en economías emergentes como Brasil, Sudáfrica, India y Turquía, entre otros.
En el caso de América Latina, para impulsar la resiliencia económica será necesario llevar a cabo urgentes reformas estructurales e inversiones productivas en infraestructura, competencia e innovación, dijo el WEF.
En contraste, las inversiones en talento e innovación en las economías desarrolladas les permitieron mantenerse en los primeros lugares, como fue el caso de Suiza, que por sexto año consecutivo se mantiene en primer lugar, seguida por Singapur, Estados Unidos, Finlandia, Alemania, Japón, Hong Kong, Holanda, Reino Unido y Suecia.
Sin embargo, el WEF advirtió que a escala global "el crecimiento económico está en peligro a pesar de años de audaces políticas monetarias, ya que varios países siguen luchando por introducir las reformas estructurales necesarias para ayudar a incrementar la competitividad de sus economías y crecer".
En su evaluación anual de los factores que impulsan la productividad y prosperidad de los países, el informe señala que el mayor reto para un crecimiento mundial sostenido es la aplicación desigual de las reformas estructurales.
