Mariano Pavone anotó dos goles en el triunfo de la Máquina 3-1 ante Monarcas Morelia en el Azul. (Jam Media)
Marco Fabián y Xavier Báez intercambiaban puntos de vista sobre cómo ejecutar ese tiro libre... Hasta que Christian Giménez los apartó del balón con la simple mirada. Incluso lejos de su mejor forma física, el "Chaco" es mucho más que el alma del Cruz Azul.
Eso explica que los dos chicos dejaran la responsabilidad a ese hombre que no tiene miedo a los retos. Algunos metros hacia atrás y la fe de siempre en su pierna derecha.
Zapatazo que desarmó al meta Carlos Rodríguez (66') y guió a la Máquina a un triunfo (3-1) tan valioso como sufrido ante el sotanero Morelia, ese que lo ha devuelto a la lucha por un sitio en la Liguilla, lo único que le queda en el semestre, tras la vergonzosa eliminación dentro de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Los Cementeros reafirmaron esa bipolaridad que transforma al casi siempre apacible Luis Fernando Tena. Ahí, junto a la línea de cal, el "Flaco" perdió los estribos cuando Carlos Guzmán recogió aquel horrendo despeje de Emanuel Loeschbor y venció a José de Jesús Corona (38').
El director técnico celeste es un fiel creyente de que no hay partidos fáciles, pero sabía que la victoria sobre los Monarcas era obligada y necesaria, así es que el transitorio 1-1 lo sacó de sus casillas. Aventó el saco y reprendió a todos sus futbolistas. Nadie se salvó.
Dolorosa manera de irse al camerino, entre el abucheo de los pocos más de 10 mil aficionados que acudieron al estadio Azul. Buena parte del pueblo cementero empieza a desconfiar de cualquier juego. Y su equipo refuerza ese sentimiento.
Es por eso que Tena recurrió a su arma poco secreta, aunque efectiva. Los silbidos mutaron en aplausos cuando el sonido local informó que Giménez sustituyó a Mauro Formica para el arranque del complemento.
Y Christian respondió como mejor lo sabe hacer: otorgándole ilusión a una de las aficiones más castigadas en el balompié nacional.
José Guadalupe Cruz también presintió que todo terminaría cuando fue marcada aquella falta a unos centímetros del área local. El atribulado entrenador de los michoacanos golpeó sus muslos con las manos mientras el "Chaco" recorrió el camino a la gloria. Sólo atinó a suspirar en medio del sentido festejo cruzazulino.
Gol 98 de Giménez en la hoy denominada Liga MX. Altamente valioso, porque mantiene con vida a La Máquina, pese a todo.
Anotación catártica. Los Monarcas perdieron el ímpetu que presumieron después de la igualada, desazón aprovechada por Mariano Pavone, quien otorgó tranquilidad con el segundo de sus goles (10' y 72'). Primer doblete del "Tanque" en el Apertura 2014. Parece que se ha reencontrado con su mejor amigo en el instante preciso. Acumula tres partidos seguidos, como local, con festejo, justo los que forman la actual racha de victorias seguidas de los dirigidos por Tena en la antigua Ciudad de los Deportes.
La de ayer fue mucho más sufrida que la inolvidable goleada en el Clásico Joven (4-0), marcado rasgo de la bipolaridad que tiene al Cruz Azul en el borde de la cornisa. Ha dado unos pasitos hacia tierra firme, impulsado por ese todoterreno de genuina sangre azul, al que no suelen temblarle las piernas en el momento cumbre.
Por eso el "Flaco" le otorgó todo el segundo tiempo. Hubo que recurrir a medidas extremas para resolver un duelo que se complicó en demasía... Hasta que Christian "Corazón Azul" Giménez volvió a vestirse de héroe.
Luis Fernando Tena, director técnico de Cruz Azul, reconoció en Morelia un rival que los complicó esta tarde, por lo cual la victoria 3-1 es muy valiosa, tomando en cuenta que el equipo reingresó a zona de calificación y la lucha por un lugar a la liguilla está muy cerrada.
