¿Te has fijado que cada vez hace más calor durante los veranos? ¿Que nuestro invierno es frío y cruento? ¿Que cuando llueve es, por lo general, en forma torrencial? ¿Que donde debería llover ocurre todo lo contrario y azota, por largas temporadas, la sequía? ¿Qué ciertas especies animales han modificado sus patrones de conducta y observan comportamientos extraños? Todo lo anterior se debe por supuesto, al cambio climático.
"Hay una cuestión que marcará este siglo de manera más espectacular que todas las otras: se trata de la amenaza urgente y creciente del cambio climático", señaló el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco del encuentro que organiza la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y que convocó a más de un centenar de jefes de Estado y de gobierno para tratar este y otros temas.
Por su parte, en una de las pocas declaraciones sensatas que le he escuchado desde que asumió el poder en Venezuela, Nicolás Maduro acusa falta de voluntad de los países ricos para luchar contra el cambio climático y agregó que sus propuestas atentan contra el progreso de los países en desarrollo "y quieren disfrazar las mismas fórmulas capitalistas tomando las banderas de los movimientos ecologistas".
Posiciones encontradas, pero lo cierto es que desde que tengo uso de razón, se han celebrado centenas de cumbres para hablar del cambio climático y los peligros que representa para las especies de cara al tiempo, y los esfuerzos que realizan las naciones para atacar el problema se quedan cortas y lejos de ofrecer soluciones de fondo.
Afortunadamente, en estos días sí se alcanzaron algunos acuerdos de importancia entre los que destaca el compromiso de la Unión Europea de adoptar un plan que reduzca en un 40 % por ciento sus emisiones contaminantes, y ayudar a los países subdesarrollados a hacer lo propio.
China y Estados Unidos, por ejemplo, son las economías emisoras de más gases de efecto invernadero y en la opinión de especialistas, comparten una responsabilidad mayor.
De hecho y como lo he afirmado previamente, la mayor amenaza para el hombre en el actual siglo serán las guerras que ocasione la lucha por los recursos naturales, de ahí que Nicolás Maduro tenga razón al señalar como principales responsables a los países industrializados que emiten emisiones constantes y desproporcionadas de gases.
Cumbres como las de la ONU, en ocasiones quedan como un puñado de buenas intenciones y hasta ahí. Al Gore, en su maravilloso libro "Una Verdad Inconveniente", desde años señaló la necesidad de que cambiemos nuestra mentalidad y patrones de conducta respecto al cuidado del planeta, y que dejemos de buscar culpables ante nuestra propia falta de acción y responsabilidad en lo que a cada uno toca.
"Cuando las personas desarrollan miedo ante los cambios, buscan un chivo expiatorio, alguien a quien poder cargarle la culpa. Y siempre hay demagogos dispuestos a decir: este grupo tiene la culpa. Avanzando juntos, con toda nuestra diversidad, conseguiremos alcanzar el éxito y el mundo tendrá una vida mejor", expone.
Hablando de consejos, aquí te dejo seis puntos muy sencillos de llevar a cabo y con los que podrás, querido lector, poner tu granito de arena para ayudar a combatir los efectos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde:
1: Usa menos tu coche y privilegia el transporte público. 2: Compra focos ahorradores de energía para casa y oficina. 3: Apaga la luz cuando no la necesites. 4: Separa la basura en orgánica e inorgánica 5: Elige productos locales y de producción ecológica 6: Renueva aparatos y enseres eléctricos cuando estén viejos, si tus posibilidades así lo permiten.
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