A la ronda de huelgas de los maquinistas de los trenes de Alemania, este fin de semana, seguirá los hoy lunes y mañana martes otra campaña de paros de los pilotos de Lufthansa lo que además de poner en jaque el temple del viajero alemán causa cuantiosos daños en la primera economía europea.Durante el sábado y domingo, las estaciones de Alemania fueron un escenario de andenes vacíos, mientras millones de pasajeros buscaban alternativas a sus planes, coincidiendo además con el inicio o final de las vacaciones de otoño en nueve de los 16 "Länder" del país.
No se produjo una situación de caos, pese a que se suspendieron dos tercios de los trayectos -más la totalidad de los servicios adicionales para los partidos de la Bundesliga-, en parte porque la mayoría de los viajeros recurrió a autobuses o coches compartidos.
Se trataba de una ronda de huelgas de los maquinistas de la compañía Deutsche Bahn, que afectó a los trenes de cercanías, regionales, de largo recorrido y mercancías, pero que no sorprendió al viajero ni a la empresa porque sucedía a otros paros parciales. El jefe del sindicato de esa sectorial, GDL, Claus Weselsky, se comprometió ahora a una semana sin huelgas en la que se espera se reanuden las conversaciones con la patronal en medio de las llamadas de apremio desde el gobierno de Angela Merkel a resolver el conflicto laboral.