Lo que le importa ahora a Carlos Salcido (der.) es la posibilidad de vivir otro verano teñido de verde. (Jam Media)
Con pocos encuentros por disputar en la fase regular del Clausura 2014 y los Tigres prácticamente eliminados, Carlos Salcido comenzaba a planear un verano distinto. Esta vez habría más tiempo para estar con la familia... Hasta que su teléfono celular sonó.
El hoy futbolista del Guadalajara no reconoció el número, pero bastó oír esa voz para que su piel se erizara como hace casi una década. Se trataba de Miguel Herrera, quien le decía que lo tenía contemplado para jugar en la XX Copa del Mundo.
Ignorado durante el proceso del "Piojo", Salcido ya estaba resignado a observar los partidos del Tricolor en Brasil 2014 en el televisor. Es probable que esté sobre el campo, lo que explica esa emoción que llegó a su punto máximo cuando se escuchó entre los 23 elegidos para viajar al gigante sudamericano.
"Fue bonito. La verdad es que no me lo esperaba. Un gran gusto, no sé si hasta más que cuando me llamaron la primera vez", comparte el tapatío, quien suma dos Copas del Mundo y 119 partidos con la camiseta nacional. "A lo mejor el director técnico tenía poco tiempo para ir viendo jugadores.
"Lógico que después de que pasa el tiempo y no ves la oportunidad, el llamado... Pero de repente te enfrentas a esto, es normal que te sorprendas, que te provoque tanta emoción, pero estoy contento, agradecido por todo lo que me está brindando el director técnico, que es algo muy bonito para un futbolista. Estoy muy motivado y trataré de hacerlo lo mejor posible".
Fueron más de seis meses alejado de ese ritual que ya se le había vuelto una costumbre.
"Me siento como los novatos, después de este proceso en el que no estuve acá en Selección", confiesa, risueño. "De repente, venir es como la primera vez. Cuando me llamaron, sentí cosas muy padres y eso me dio la pauta para esta motivación".