LeBron piensa en su futuro, que ya no estará en Miami. (Archivo)
No hubo contacto visual ni indicio alguno de reivindicación. El rompimiento entre LeBron James y el propietario de Cavaliers, Dan Gilbert, fue mucho más que amargo.
Pero ahora, mientras James reconsidera el retorno al equipo que abandonó hace cuatro años y una región entera espera casi sin aliento el desenlace de algo que parecía inimaginable, parece que las cosas se han arreglado entre la superestrella de la NBA y su exjefe.
Alguna vez aliados en el básquetbol, James y Gilbert apenas se miraban cuando Miami jugaba en Cleveland durante los pasados cuatro años. Era un enfrentamiento intenso, incómodo y al parecer irreparable.
Quizá el tiempo haya arreglado esa relación rota.
La mayoría de la ciudad ya perdonó a James.
Cleveland, que en casi 50 años no ha ganado título deportivo alguno, reza por la reunión. El domingo, aficionados de los Cavaliers atestaron las redes sociales para seguir el vuelo de uno de los aviones de Gilbert hacia Fort Lauderdale, Florida, cuyos ocupantes eludieron a periodistas y cámaras.
Se desconoce si Gilbert estaba en el avión o siquiera si el viaje tenía relación alguna con la NBA, pero eso no aplacó el fervor desatado por la agencia libre. Mientras se acerca el momento en que James tome su decisión en esta ciudad hay una sensación de que el hijo pródigo regresará pronto.
Pero en el contexto está la relación entre James y Gilbert.
En 2010, cuando el jugador anunció que se iba a Miami, algunas aficionados quemaron sus camisetas con el número 23 en las calles. El propietario del equipo agregó combustible al fuego.
Escribió una carta a los aficionados en la que condenaba a James por "su vergonzoso despliegue de egoísmo y traición". Gilbert llamó a James nuestro "antiguo héroe" y el autodeclarado "ex monarca".
Después Gilbert criticó al jugador al decir a The Associated Press que creía que en la postemporada contra los Celtics de Boston había dejado de luchar. Gilberto dijo: "Es una falta de respeto. Es tiempo de que la gente llame a cuentas a estos atletas. ¿Esta es la forma en que educas a tus hijos?".
Eso causó un pleito enorme con James.
Cuando el estelar se fue las apuestas decían que era imposible que alguna vez volviera a vestir un uniforme de los Cavaliers.
Cuatro años más tarde hay posibilidad de que eso pase.
Los resentimientos, no obstante, pueden ser un obstáculo.