El papa Francisco denunció que los celos, la envidia y los chismorreos "dividen y destruyen" a la Iglesia, durante su homilía de ayer en la misa que cada mañana celebra en la residencia Santa Marta, donde vive.
"Los celos y la envidia abren la puerta a todas las cosas malas. Es precisamente a través de esta puerta, la puerta de la envidia, por la que el diablo entró en el mundo", afirmó el papa. El pontífice realizó esta reflexión al comentar la lectura del día de los Evangelios sobre la victoria de israelitas sobre los fariseos.