Microsoft sufrirá una baja considerable en sus ventas tras la decisión restrictiva del gobierno de China. (ARCHIVO)
La potencia asiática ha generado controversia luego de anunciar que la instalación de Windows 8 en sus computadoras queda completamente prohibida en los ordenadores de todos sus servidores públicos.
Aquellas personas que laboren para el gobierno de China no podrán utilizar este sistema operativo propiedad de Microsoft.
Este sería un duro golpe sin lugar a dudas para la empresa norteamericana que en la actualidad dirige Steve Ballmer, puesto que buena parte de sus ingresos provienen de esta nación.
China por su parte, argumenta que debido a que la mayoría de las computadoras utilizadas por sus funcionarios poseen Windows XP, el cual no se ha actualizado desde hace casi 10 años, debido a que en el país se distribuyen enormes cantidades de copias piratas de los productos de Microsoft.
El gobierno de este país pretende que este problema no vuelva a ocurrir, puesto que las versiones anómalas de Windows perjudican directamente la seguridad de sus sistemas, por lo que deberán instalar cualquier otro sistema, excepto Windows 8.
El uso de software pirata vuelve vulnerables a los sistemas y más cuando estos no se actualizan con regularidad, tal es el caso de China con lo que con su estricta medida buscan evitar poner en riesgo información fundamental para su gobierno que puede ser robada o infiltrada por intrusos.