Al final del partido en el puerto, Veracruz y Guadalajara se fueron con un justo empate a cero goles. (Jam Media)
Por lo menos, ya no perdió. Guadalajara salió con vida y dejó vivir al Veracruz, en un juego de emociones intermitentes, que al final tuvo un justo empate a cero goles.
Chivas llegó a cinco puntos, pocos para su prosapia, pocos para su plantel. Y donde sigue sufriendo, a torneo y medio de distancia de la conclusión, es en la tabla de cocientes, donde no puede alejarse de los últimos lugares. El juego ante los Tiburones era una gran oportunidad para saltarlos en la lucha por el no descenso, pero la falta de puntería volvió a ser el problema principal del equipo, que sigue siendo inoperante y dejando dudas.
Cero a cero que fue justo por la justicia impuesta por ambos porteros. Tanto Édgar Melitón Hernández por los escualos, como José Alberto Rodríguez, por los tapatíos, tuvieron una genial actuación, evitando en varias ocasiones que su marco fuera violado.
Al final cero a cero. Y Chivas sigue sin convencer, sin adquirir confianza, y dejando en el alambre el proyecto encabezado por Juan Palencia y Rafael Puente. Veracruz por su parte, está en lo suyo. De punto en punto la salvación se agranda. El torneo no ha sido tan malo para los rojos, porque a pesar de tener casi los mismos números que el Rebaño, su exigencia no es tan grande.
EL ESTADIO SE LLENÓ
Los aficionados de Chivas, que en todas partes están, ayudaron a que el estadio se copara. Al final, la diversión la puso el cantante Pablo Montero, quien se presentó al medio tiempo. Más allá de eso...
YA NO "REYNA"
Ángel Reyna hace un año llegó a Veracruz como el salvador, como el "Rey de los Siete Mares". Al final se fue por la puerta de atrás, como ha sido su costumbre en la mayoría de los clubes donde ha estado.
Reyna regresó al Puerto, pero ya no como el salvador escualo, sino como el principal enemigo y así los trataron los aficionados, abucheándolo a cada pelota que tocaba.
Y la tocó mucho. Reyna fue el alma del Guadalajara en la primera parte. Sobre él giraron los ataques, pero no hubo quien lo acompañara, porque Omar Bravo sigue perdido y a Carlos Fierro no hay quien lo encuentre.
Fue Veracruz el que más cerca estuvo del gol. Édgar Andrade hizo lo que no pudo hacer Reyna, puso claridad al equipo, puso chispa al juego, pero Rodríguez, portero tapatío, fue un muro, rechazando todo lo que se le vino encima, y cuando se equivocó, ahí estuvo Christian Martínez, delantero escualo, fallando todo lo que se le vino de frente.