Irak. Miembros del ejército chiíta iraquí durante una exhibición en la ciudad de Karbala.
Al menos cuatro niños murieron ayer jueves en enfrentamientos entre combatientes suníes y soldados iraquíes al oeste de Bagdad, al tiempo que Naciones Unidas anunció su máximo nivel de emergencia para la crisis humanitaria tras la acometida del grupo extremista Estado Islámico.
Desde su ofensiva relámpago en junio, el grupo escindido de Al Qaeda ha ocupado buena parte del norte y oeste de Irak, y expulsado a cientos de miles de sus hogares. El ataque ha desplazado a miles de cristianos y yazidíes, y amenaza a los curdos de la región semiautónoma del norte de Irak.
La ONU declaró el "Nivel 3 de Emergencia", lo que significa que habrá más bienes y fondos para responder a las necesidades de los desplazados, dijo el representante especial Nickolay Mladenov, quien puso de relieve la "escala y complejidad de la catástrofe humanitaria en curso".
El Consejo de Seguridad dijo que respaldaba al primer ministro designado y expresó la esperanza de que pueda formar rápidamente un "gobierno incluyente" capaz de enfrentar la amenaza insurgente.
Decenas de miles de yazidíes huyeron ante el avance del Estado Islámico para refugiarse en los montes Sinjar, una cadena montañosa remota en el desierto.
Estados Unidos y el ejército iraquí han lanzado provisiones de agua y alimentos, y últimamente los curdos de la vecina Siria han abierto un corredor que ha permitido la salida de unas 45,000 personas.
La ONU dijo que brindaría mayor apoyo a los que huyeron de Sinjar y a otros 400,000 iraquíes que se han refugiado en la provincia curda de Dahuk.
Los combates han desplazado a un millón y medio de personas desde que los insurgentes tomaron Mosul, la segunda ciudad del país, y amplios territorios en otras partes del país.
Estados Unidos ha realizado ataques aéreos contra los combatientes del Estado Islámico para ayudar a detener su avance hacia los territorios curdos.
Se registraron combates ayer jueves en Faluya, una ciudad en manos de los milicianos ubicada 65 kilómetros al oeste de Bagdad. Los enfrentamientos en el suburbio al norte de la ciudad causaron la muerte de cuatro niños, una mujer y una decena de combatientes, dijo el director del hospital local, Ahmed Shami. Añadió que otros cuatro niños y una mujer sufrieron heridas, y que no conocía más detalles.
Es difícil evaluar la situación en Faluya, que está en poder del Estado Islámico desde enero, cuando los milicianos tomaron buena parte de la provincia de Anbar Occidental y partes de Ramadi, la capital.
CONTINUARÁN ATAQUES, DICE OBAMA
En tanto, Estados Unidos acabó con el sitio que mantenían los extremistas islámicos en la montaña de Sinjar, pero los ataques aéreos continuarán en Irak, dijo ayer jueves el presidente Barack Obama.
En un mensaje desde la isla Martha's Vineyard, el mandatario indicó que las operaciones estadounidenses ayudaron a miles de civiles a bajar y huir de la montaña y agregó que posiblemente ya no sean necesarios más envíos aéreos de agua y alimentos.
El avance del Estado Islámico en Irak ha hecho que miles de personas huyan de sus hogares.
El Pentágono considera prácticamente innecesario seguir enviando agua y alimentos a los iraquíes en el monte Sinjar porque la mayoría de los varados allí se han ido y los que quedan no tienen tanta necesidad, dijo ayer jueves un vocero de la secretaría de Defensa.
El contralmirante John Kirby, secretario de prensa del Pentágono, dijo que según las autoridades hay unas 4,000 personas en Sinjar, de los cuales entre 1,500 y 2,000 son residentes del lugar y no piensan abandonarlo.