Astrophytum Coahuilense o Bonete de Obispo.
“Redescubrir la belleza que nos brinda el desierto cada primavera, con esa manifestación de color y forma sobre esos campos agrestes, áridos y grises, hicieron que naciera en mí el gusto por las cactáceas. Mi primera planta fue una noa (Victoriae-reginae), hace cerca de 20 años. Desde entonces, he ido poco a poco adquiriendo cada variedad, la mayoría provenientes de algún vivero. Actualmente, cuento con aproximadamente 140 plantas, entre cactáceas, agaváceas, opuntias y suculentas, de diferentes regiones de nuestro país, del trópico, de Norteamérica, otras de Sudamérica y África”.