Fe. Entre el dolor y la esperanza, cientos participaron en la marcha que colocó las cruces en los puntos donde murieron los jóvenes.
A un mes y un día de la masacre de Iguala, padres de familia de los estudiantes desaparecidos desde entonces, acompañados de integrantes de organizaciones sociales, realizaron un recorrido por el Periférico Norte en Iguala, donde fueron asesinados tres normalistas y colocaron cruces a su memoria.
Unas mil personas recordaron a los tres normalistas de Ayotzinapa: Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fuentes, asesinados por policías municipales y narcotraficantes sobre el Periférico Norte. Colocaron tres cruces de madera en su honor y oraron.
Los tres normalistas fueron asesinados por policías municipales de Iguala y de Cocula, con el apoyo de sicarios del grupo delictivo "Guerreros Unidos", quienes atacaron también a un camión donde viajaban jugadores del equipo de tercera división "Los Avispones"; mataron a David Josué Evangelista,al chofer del camión y a una señora que viajaba en un taxi; además, dejaron heridas a otras 25 personas más.
El recorrido fue simbólico, los padres de familia de los desaparecidos, que encabezaron la caminata de unos 300 metros, portaban gallardetes con los rostros y los nombres de sus 43 hijos desaparecidos. Casi a un lado de los padres caminaron tres normalistas, quienes cargaban tres cruces de madera con los nombres de Daniel, y ambos Julio César.
Algunas mujeres rezaron oraciones, en el sitio donde el primer estudiante originario de Zihuatanejo, Daniel Solís fue asesinado, sobre la calle Juan N. Álvarez, en un primer ataque de los policías y sicarios, cuando los normalistas viajaban en tres camiones.
Metros después de ese lugar, pero al otro día, fue encontrado el cuerpo de Julio César Mondragón Fuentes, "El Chilango". Según las versiones oficiales a ese estudiante se lo llevaron y lo regresaron sin piel en el rostro y sin sus ojos.
Los padres y normalistas colocaron una tercera cruz, en el mismo sitio donde fue dejado asesinado Daniel Solís, en memoria de Julio César Ramírez Nava, quien en un segundo ataque de los policías y narcotraficantes, allí mismo en la zona Industrial, fue muerto.
Los normalistas llevaron tres playeras de su escuela y las dejaron en los dos sitios, porque aseguraron "ellos siempre serán parte de la Normal Rural de Ayotzinapa; el crimen no quedará impune y su sangre será vengada", dijo uno de los estudiantes de esa escuela, en declaraciones posteriores al acto.