Santos. La comunidad internacional se encuentra a la expectativa de un posible acuerdo de paz con las FARC. (EFE)
El mandatario Juan Manuel Santos se posesionó ayer jueves por segunda vez como presidente de Colombia en medio de una expectativa nacional e internacional por el futuro del proceso de paz que su gobierno adelanta con la guerrilla de las FARC.
En una intervención de poco más de 45 minutos, Santos centró su discurso sobre los tres pilares que, según dijo, marcarán el rumbo del país en los próximos cuatro años: la paz, la equidad y la educación.
Santos estuvo acompañado de su esposa María Clemencia Rodríguez y sus hijos Martín, María Antonia y Esteban. Como era de esperarse, el mayor tiempo de su discurso lo empleó en el proceso de paz que desde finales de 2012 su gobierno adelanta en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para tratar de poner fin a 50 años de confrontaciones entre las partes.
"Es nuestra hora y vamos a aprovecharla, nos cansamos de pensar en pequeño, de creer que estamos condenados a la violencia, a la desigualdad, al atraso, a la falta de oportunidades, porque no es así", dijo Santos ante centenares de invitados en la Plaza Núñez del Congreso.
En su concepto, llegó "la hora no sólo de avanzar en las metas inmediatas, sino de que repensemos y nos repensemos como nación... Ha llegado la hora de subir la vara, de ser más ambiciosos con nuestros sueños".
El mandatario se dijo convencido de que "Colombia debe unirse en torno al gran propósito nacional (la paz), porque el período que hoy inicia no es mío, ni de los partidos que me apoyaron, ni de los millones de colombianos que respaldaron mis propuestas en las urnas, es... absolutamente de todos los colombianos". El jefe de Estado recalcó que la meta es que en 2025 Colombia sea "un país en paz total, un país con equidad y el más educado de América Latina".